Raúl, listo para 'pelear' con Lebedenko por un lateral sin dueño
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Raúl, listo para 'pelear' con Lebedenko por un lateral sin dueño

Raúl, listo para 'pelear' con Lebedenko por un lateral sin dueño
Raúl Carnero y Orest Lebedenko se disputarán la titularidad en la banda izquierda del Córdoba. Foto: AEC

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El lateral izquierdo es una de las grandes incógnitas del Deportivo de cara al partido del domingo en el Arcángel de Córdoba, junto al nombre del ‘elegido’ para cubrir la baja de Lucas Pérez en el ataque.


Desde el 21 de enero —cuando Orest Lebedenko fichó por el club herculino— hasta hace un mes, el costado zurdo parecía reservado al ucraniano, titular indiscutible entre las jornadas 21 y 30. Pero en la siguiente cita, Óscar Cano hizo saltar la sorpresa con el retorno de Raúl Carnero al once frente al Fuenlabrada. Una apuesta que mantuvo una semana después en Ferrol, pero la expulsión del coruñés en el minuto 94 en A Malata devolvió la titularidad a Lebedenko la pasada jornada en Riazor ante el Ceuta.


Ahora, se abre el debate sobre quién de los dos ocupará el carril izquierdo en Córdoba, con el veterano Raúl listo para retornar a la competición. “Era prácticamente la última jugada del partido, jugador hábil, partido 0-0. Ahí, o corto la jugada o podía ser propicia de gol. Para mí, las dos amarillas son muy rigurosas”, explica en una entrevista con este diario cuando le preguntamos si considera que la segunda amarilla, y más para un jugador de su veteranía, era evitable.

 

En mi segunda amarilla en Ferrol, era prácticamente la última jugada del partido, jugador hábil, partido 0-0. Ahí, o corto la jugada o podía ser propicia de gol


“En la primera estamos dos jugadores, él sale con el balón, no le doy ni una patada, sino que pongo el pie y se choca contra mí. Y en la segunda, el árbitro ni sabe que tengo tarjeta, pero cuando empieza a apuntar dice, ‘si es la segunda’. Pero si lo hubiera sabido, no me la habría sacado porque no es una patada fuerte ni entrada por detrás. Además, ésa fue mi tercera falta del partido, que no fue ni por acumulación de faltas”, apunta.


La expulsión fue el resultado de la dura batalla que le tocó lidiar con Carlos Vicente, el más destacado del cuadro racinguista ese 16 de abril. “Sabíamos a lo que íbamos. Teníamos el partido preparado, sabíamos que sus extremos... bueno, Héber quizá no es tanto de ir al espacio, sino de recibir balón y sacar centro muy rápido por delante de la defensa, y por mi banda estaba Carlos Vicente, que es muy rápido y le gusta mucho ir al espacio. Me tocaba hacer ese trabajo defensivo de intentar taparlo. El partido defensivamente, a nivel general de todo el equipo, fue muy bueno, no tuvieron tampoco ocasiones muy claras, aunque al final, a base de llegadas, alguna tienen. Pero creo que el equipo defensivamente estuvo muy entero e hizo un gran trabajo.


Raúl Carnero apenas había regresado a la actividad una semana antes, el 8 de abril, frente al Fuenlabrada, después de tres meses sin pisar el césped, ya que su anterior participación había tenido lugar el 8 de enero, contra el Unionistas, cuando a los 14 minutos del encuentro sufrió una lesión muscular en el bíceps femoral de su pierna derecha.


“Estuve seis semanas fuera y aunque no paras del todo, sí dejas de competir y de entrenar con los compañeros, entonces, cuando te reincorporas al grupo se nota que has perdido algo de forma y de ritmo”, relata el lateral formado en la cantera del Victoria. 

 

“Mientras, entró otro compañero que, además, estaba jugando bien”, comenta sobre el hecho de que Lebedenko se ganara la titularidad a raíz de su lesión y su posterior suplencia, a la sombra del ucranicano.

 

Piropos a su competidor

“Es un chico muy trabajador, muy con sus rutinas de trabajo, físicamente es muy ágil”, destaca sobre su competidor por el lateral izquierdo. “Tácticamente se coloca bien, está atento y, sobre todo, reacciona muy rápido a las acciones, que es muy importante, tras pérdidas de balón, etcétera, el poder reaccionar rápido, ya sea para presionar ese balón perdido o para cerrar una línea de pase”, añade.

 

Lebedenko tácticamente se coloca bien, está atento y reacciona muy rápido a las acciones


El zaguero de 33 años reconoce que la veteranía es clave a la hora de saber sobrellevar la suplencia, mientras “esperas tu oportunidad de nuevo”.  “Cuando eres joven, las emociones las llevas de otra manera y a veces puedes no ser capaz de gestionarlas y caer en la frustración o dejarte llevar”, confiesa.


“La experiencia te lleva a ser consciente de que es algo natural y que si no estoy jugando, es que hay un compañero que lo está haciendo bien o el equipo está funcionando o es por diferentes motivos y mi oportunidad ya llegará. Yo puedo llegar hasta donde llegue de trabajo, pero la decisión de jugar no es mía, entonces tengo que ir a mi casa y sentir que he entrenado bien, que estoy bien físicamente y que he hecho lo que está en mi mano”, añade.


Otro de los problemas que debe evitar un suplente es caer en la precipitación por las ansias de “demostrar”.
“Cuando no estás jugando, quieres jugar y evidentemente quieres que llegue ya el siguiente partido, entrenar ya para demostrar, y muchas veces hay que pararse y pensar porque tampoco puedes pasar de cero a cien y querer hacer cosas fuera de lo que tienes que hacer o de tu rol dentro del equipo. Esto te puede hacer caer en precipitaciones, pero a base de experiencia, vas mejorando también”, argumenta.


Raúl ha disputado 19 partidos de liga, ha sido titular en 18 de ellos —sólo actuó como suplente en la victoria frente al Talavera (3-2) en el quinto partido del curso, cuando Víctor Narro jugó como carrilero—, ha completado 1.505 minutos y ha marcado un gol, el del triunfo en Mérida (0-1). Lebedenko, por su parte, lleva una docena de encuentros, once titularidades y 982 minutos. También lleva una diana, la del triunfo en Talavera (0-1).

 

Raúl, listo para 'pelear' con Lebedenko por un lateral sin dueño

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