Dice el refrán que "sarna con gusto, no pica". Y eso deben pensar también los jugadores del Depor, que este lunes se meten todo un maratón institucional después de una noche de fiesta y de un exigente partido contra el Barcelona B que permitió certificar el ascenso a Segunda División.

Quizá por ser deportistas, o por ser jóvenes, los jugadores del Depor aparecieron este lunes con buena cara en la Diputación de A Coruña, primera parada institucional de un recorrido de felicitación que completan la Xunta (en Santiago) y patrocinadores como Abanca.

Y todo después de una gran fiesta con la afición, que dejó también imágenes de lunes en A Coruña más propias de un sábado o un domingo, como personas regresando a casa a las seis de la mañana en el autobús o colas madrugadoras (o tardías, según se vea), para coger un taxi.

Eso sí, los kilómetros y la falta de sueño empezaron a pasar factura a los jugadores, y alguno, como Martín Ochoa, sucumbió de camino a Santiago en una pequeña cabezada, estropeada por la diversión de sus compañeros, como ellos mismos se encargaron de reflejar en sus redes sociales.

Algún ávido aficionado incluso se fijó en que en la muñeca del entrenador, Imanol Idiakez, todavía estaba la pulsera que las discotecas utilizan para identificar a sus clientes. Se ve que el míster es de los que también durmió poco.