El Dépor afrontará, desde este sábado, un enero de 2025 en el que deberá subir el nivel que ofreció en la primera vuelta para distanciarse de los puestos de descenso y situarse en una zona más cómoda que le permita respirar e incluso optar a metas más ambiciosas. Cuatro partidos disputarán los blanquiazules, tres de la primera vuelta y el aplazado contra el Tenerife, de la decimonovena jornada. Los otros tres adversarios se les atragantaron a los herculinos durante la primera mitad del curso, ya que apenas consiguieron sumar un punto de nueve posibles.
El empate llegó frente al Málaga, el primer rival de este nuevo año.
Los andaluces visitaron Riazor el pasado 6 de octubre, en un duelo marcado por los incidentes provocados por parte de la afición andaluza en los bares ceranos al estadio la noche anterior. El choque correspondía a la octava jornada, el Dépor era decimoctavo de la clasificación, con un punto sobre el descenso, mientras que el equipo de Sergio Pellicer ocupaba la duodécima plaza, a dos puntos del playoff.
En el banquillo herculino se sentaba Imanol Idiakez y los blanquiazules llegaban de golear en Albacete (2-5), motivo por el que el vasco dio continuidad al mismo once del Carlos Belmonte. Fue un entretenido encuentro en el que el Dépor dominó por momentos, jugó bien y generó ocasiones, pero su falta de acierto en el remate le impidió pasar del 0-0.
Ahora, el escenario es similar al de la primera vuelta. Los deportivistas siguen instalados en la zona baja, aunque con tres puntos sobre los puestos de peligro, mientras que la escuadra andaluza está a tres del playoff. Eso sí, el Dépor llega de cerrar el año con derrota en casa ante el Mirandés (0-4) y ganó en su última salida, en Cádiz (2-4), mientras que el Málaga encadena dos victorias seguidas en la Liga, una en casa y otra fuera.
Ninguna de las dos plantillas se ha reforzado, de momento, en el mercado de invierno.
Peor se le dieron los dos siguientes adversarios que esperarán a los coruñeses tras la visita a La Rosaleda. Tanto el Burgos, que recibirá al Dépor el 19 de enero, como el Levante, que jugará en Riazor seis días después, hicieron morder el polvo a los herculinos.
La inoperancia ofensiva y la falta de remate también penalizaron a los coruñeses el pasado 21 de septiembre, cuando el Burgos visitó Riazor en la sexta jornada (0-2).
Los blanquiazules se presentaron al enfrentamiento con la escuadra castellana instalados en el primer puesto del descenso, aunque empatados a puntos con el Elche, que marcaba la salvación. El Burgos, por su parte, era quinto con diez puntos y era difícil pensar que un mes y una semana después, la entidad burgalesa destituiría a su técnico, Jon Pérez Bolo. El banquillo del Dépor lo ocupaba Idiakez, así que en esta segunda vuelta ambos conjuntos lucirán un entrenador distinto al de cuando se enfrentaron en tierras herculinas. Ahora es el exdeportivista Luis Miguel Ramis quien dirige a los castellanos, mientras que Óscar Gilsanz está al frente de la plantilla coruñesa.
En el pulso de la primera vuelta los herculinos tuvieron el balón, aunque tampoco generaron demasiado peligro. Aun así, gozaron de ocasiones para adelantarse en el marcador, pero no lo hicieron y terminaron pagándolo, tras un grave error de Petxarroman.
En el minuto 88, el lateral derecho entregó inexplicablemente un balón a Sancris, que encaró a Barcia antes de cruzarlo al palo contrario.
Por si fuera poco, en el tiempo de descuento Barcia cometió un penalti absurdo sobre Sancris y Curro selló el 0-2.
La de Riazor fue la tercera victoria seguida del Burgos, que ahora lleva cuatro jornadas seguidas sin perder, con dos triunfos y dos empates. Además, encadena cuatro partidos seguidos en casa sin morder el polvo, con tres victorias y un empate. Números que llevan a considerar que a los blanquiazules les espera una dura visita a El Plantío.
Mientras que el club blanquiazul aún no ha movido ficha en el mercado invernal, el Burgos ha empezado a retocar su plantel. Ha reforzado el ataque con el delantero uruguayo Fernando Mimbacas. Además, ha abandonado el equipo el defensa central argentino Lisandro López, que llegó a principios de temporada y disputó diez partidos de Liga —ocho como titular— y marcó un gol.
Los deportivistas también se vieron superados en la primera vuelta por el tercer oponente al que se enfrentarán durante el primer mes de 2025.
El Levante, que jugará en Riazor el sábado 25 de enero, tumbó a los blanquiazules en el Ciutat de València el pasado 24 de octubre (2-1), en un duelo correspondiente a la undécima jornada.
Los coruñeses encadenaron su cuarto encuentro seguido sin ganar, el que a la postre sería el penúltimo con Imanol Idiakez en el banquillo.
Antes de imponerse a la escuadra deportivista, el equipo que dirige el técnico Julián Calero había perdido sus dos partidos anteriores y encadenaba tres sin ganar, con un empate y dos derrotas.
Frente a los azulgranas la escuadra herculina protagonizó uno de sus partidos más desastrosos de la temporada 2024-25. Los locales sacaron los colores al Deportivo desde el pitido inicial.
Apenas habían transcurrido siete minutos, cuando el Levante colgó al área una falta lateral que cabeceó Romero al fondo de la portería tras imponerse en el salto a los centrales y a Charlie Patiño, factor sorpresa en aquel once inicial.
21 minutos más tarde, Romero marcó de nuevo al aprovechar otra mala decisión defensiva. En esta ocasión, de Pablo Martínez.
El gol de Barbero en el minuto 88 sirvió para maquillar un horrible encuentro del bloque deportivista.
Los azulgranas suman dos empates, una derrota y la goleada de este martes en Tenerife (0-3) en sus cuatro últimos desplazamientos.
El conjunto levantinista afrontó aquel enfrentamiento como noveno clasificado, con 15 puntos, a uno de la zona de playoff, mientras que ahora es quinto, con 35 puntos y un colchón de dos sobre la séptima plaza.
El Heliodoro Rodríguez López será el escenario en el que el Dépor cerrará el mes de enero. Los coruñeses deberían haber jugado allí el pasado 15 de diciembre, pero el encuentro se aplazó, debido a una alerta roja por viento, y se celebrará el miércoles 29.
Cuando el equipo de Óscar Gilsanz viajó a la isla, el Tenerife era colista con 11 puntos en 17 partidos (tenía uno aplazado) y se encontraba a ocho puntos de la salvación.
Los chicharreros estaban entrenados por el exdeportivista Pepe Mel, que había sucedido en el banquillo a Óscar Cano tras la quinta jornada. Sin embargo, cuando se dispute el encuentro definitivamente habrá un nuevo estratega en el bloque canario, ya que ahora es Álvaro Cervera quien está al frente del plantel. Aun así, las cosas siguen sin funcionar en el Heliodoro Rodríguez López y el Tenerife sufrió este martes su cuarta derrota consecutiva en la Liga al caer 0-3 ante el Levante en un partido que tenía aplazado.
En su intento de reaccionar en la segunda vuelta, el club insular es uno de los que más se han movido en este arranque de mercado inviernal. Hasta el momento, se ha reforzado con dos fichajes: El portero Edgar Badia y el mediocentro Fabio González. Y espera realizar más incorporaciones, así que el equipo se parecerá muy poco al que iba a medirse al Deportivo hace un mes.