Israel Zautúa / Eder Pereira

“Sé que el presidente está negociando. Es el tipo de jugador que queremos. Joven, con mucha proyección y que, a pesar de su edad, ya está capacitado para ser titular. Por eso pusimos los ojos en él. Si viene, hablamos del sustituto de Filipe, sin duda”, manifestó Miguel Ángel Lotina en julio de 2010 sobre el lateral izquierdo Sergio Escudero (Santovenia de Pisuerga, Valladolid; 1989).

Filipe Luis acababa de fichar por el Atlético de Madrid, tras cuatro campañas en el Dépor, y el club herculino buscaba un recambio para el brasileño.

El vallisoletano, que en aquel momento tenía 20 años, se había erigido en el dueño del costado izquierdo del Murcia, en Segunda División, y era el gran deseado del técnico blanquiazul. Sin embargo, el Schalke 04 alemán se adelantó al club coruñés, donde terminaron aterrizando Claudio Morel y Knut Olav Rindaroy.

Quince partidos jugó el sudamericano y cuatro el noruego, que no convencieron. De hecho, en muchos encuentros Lotina optó por alinear a Manuel Pablo como lateral izquierdo, con Laure por la derecha.

Catorce años después de aquel fichaje frustrado, el Dépor vuelve a poner sus ojos en el castellano, ahora con más de 300 partidos a sus espaldas —217 en Primera entre Getafe, Sevilla, Granada y Valladolid, y 61 en Segunda, entre Murcia y Pucela—, dos títulos de la Europa League con el Sevilla y una Copa de Alemania y una Supercopa germana.

Durante la Liga 2023-24, fue un fijo en el once del Valladolid en Segunda, con el que disputó 35 duelos —33 como titular— y ascendió Primera, pero el club no le renovó el contrato, que expiró el 30 de junio.

Largo recorrido

Juan Rodríguez, exjugador del Deportivo que coincidió con Escudero en el Getafe entre 2012 y 2104, define al vallisoletano como “un lateral izquierdo con mucho recorrido, donde, para mí, lo que destaca es su vocación ofensiva”.

“Después de todo este tiempo, ha ganado muchísima experiencia y es un jugador contundente, pero aunque defiende bien, su punto fuerte es el ataque”, comenta sobre Escudero el que fue centrocampista de la escuadra deportivista durante cinco temporadas, entre 2006 y 2011.

“Le encanta tener espacios porque posee una zancada muy buena que le permite sacar ventaja a los rivales y plantarse rápido en el área contraria”, dice el exfutbolista.

Una de las mayores virtudes de Sergio Escudero, según su excompañero en el Getafe, es “su golpeo de balón”.

“Tiene un gran golpeo con el empeine exterior. Con nosotros marcó goles de 30 metros, y no uno esporádico, sino varios”, señala, a la vez que subraya “su cambio de orientación, que es espectacular, y la capacidad que tiene para centrar al área. Creo que son sus puntos fuertes”, indica.

Sus puntos fuertes son su gran golpeo de balón, su cambio de orientación, que es espectacular, y la capacidad que tiene para centrar al área

El técnico Joaquín Caparrós, que entrenó a la escuadra deportivista entre 2005 y 2007 y que dirigió a Escudero en el Sevilla durante los cursos 2017-18 y 2018-19, coincide en que se trata de “un futbolista con mucho recorrido, que puede adaptarse muy bien a una línea de cuatro o a una de tres con carrileros largos”.

El entrenador sevillano ensalza las “muy buenas condiciones” del zaguero pucelano.

“La prueba está en que es un futbolista con una trayectoria ejemplar. Ha conseguido títulos, ha jugado muchos partidos en la élite y es un magnífico profesional, que vive su profesión al cien por cien”, apunta Caparrós sobre el objetivo del club herculino.

El extécnico blanquiazul afirma que “si al final se culmina el fichaje, se tratará de un buen refuerzo para el Dépor”.

Juan Rodríguez tampoco duda de que su excompañero en el Getafe es un lateral zurdo que “le puede venir muy bien al Deportivo”.

El exjugador define al vallisoletano como “un futbolista que hace vestuario, con carisma, capacidad de soportar la presión y de ser un líder dentro del campo. Ya lo demostró con nosotros en el Getafe y después, en el Sevilla, donde fue capitán. Tiene muchísimos partidos encima y sabe de qué va esto. Está capacitado para soportar la presión de jugar en un estadio como Riazor, donde va a haber un mínimo de 23.000 o 24.000 espectadores en cada partido”.

Esa contrastada trayectoria supone otro de los aspectos que destaca Caparrós: “Ha sido capitán del Sevilla y tiene una experiencia que va a ser capaz de trasladar al vestuario. Con la temporada complicada y la exigencia que va a tener el Dépor, un futbolista de su perfil puede ser importante dentro y fuera del vestuario”.

Con la exigencia que va a tener el Dépor, un futbolista de su perfil puede ser importante dentro y fuera del vestuario

Pese a tratarse de un jugador contrastado y con peso en los equipos en los que ha estado, Juan Rodríguez señala su capacidad para adaptarse a lo que requiera el club. 

“Nunca ha tenido una mala cara, siempre quiere lo mejor para el que tiene al lado y es muy solidario en el trabajo, en el entrenamiento, en el partido y en la competición”, apunta el exfutbolista.

En ese sentido, Caparrós asevera que “es humilde, va a llegar para trabajar y aportar toda su experiencia”.

El gafe del lateral izquierdo desde aquel refuerzo frustrado

El puesto de lateral izquierdo en el Deportivo es una patata caliente. Desde que el club coruñés intentó el fichaje de Sergio Escudero en la 2010-11, sólo ha habido una temporada sin fichajes para el lateral zurdo (2017-18), una muestra del gafe existente en esa demarcación, salvo por contadas excepciones.

Luisinho, que jugó 151 partidos con el Dépor, y Fernando Navarro, que disputó 77, son los laterales izquierdos con mayor recorrido en el club en los últimos años, mientras que otros como Balenziaga y Lebedenko también dejaron buena imagen, aunque sus etapas como blanquiazules fueron cortas.

Son la excepción que confirma la norma. El resto de refuerzos para el lateral zurdo no tuvieron continuidad o su rendimiento fue bajo. Antes de la incorporación de Luisinho en 2013, el Dépor contó con Morel, Rindaroy y Stopira, que llegaron en 2010; Ayoze Díaz, fichado en 2011, y Evaldo y Tiago Pinto, firmados en 2012. Seis futbolistas que no cuajaron en Riazor, aunque Ayoze logró jugar 43 partidos como blanquiazul.

Ya con Luisinho en la plantilla, el Dépor no acabó de apostar por Saúl García, que encadenó cesión tras cesión, mientras que Canella pasó inadvertido en la 2014-15. Navarro recaló en el Dépor en el verano de 2015 y compartió vestuario con Luisinho hasta 2018. Fue el único periodo de estabilidad en el lateral izquierdo en los últimos tiempos.

Con el descenso a Segunda en 2018 comenzó de nuevo el carrusel de cambios. Dubarbier, Diego Caballo, Luis Ruiz y Salva Ruiz no se asentaron en las dos campañas en la categoría de plata y, ya en Segunda B, llegó Héctor Hernández, que alcanzó los 47 encuentros con el Dépor. El club coruñés lo intentó de nuevo sin suerte en los años siguientes con Diego Aguirre, Retuerta y Raúl Carnero, mientras que las etapas de Lebedenko y Balenziaga fueron fructíferas, pero breves.