Es el momento. El de ser valiente, ambicioso, dar un golpe sobre la mesa y demostrar. Santo Domingo espera al Deportivo el segundo sábado del año, un partido de altura en un escenario que hace nada acogía partidos del fútbol profesional y que se ha brindado para que el deportivismo no acuda en masa, con entradas a cincuenta euros para que el blanquiazul no domine en la grada. Sí debe hacerlo en el terreno de juego.
Tienen los de Óscar Cano la oportunidad de ponerse a un punto del que hasta hace unos meses era el decano de Segunda División, el equipo que más años consecutivos llevaba en esa categoría. El empate sería el mal menor, quedarse como está, pero puede que más lejos del Real Madrid Castilla y del Córdoba.
La victoria, en cambio, tiene muchísimo valor. Los tres puntos, como es lógico, ganar a un rival directo, demostrar que el Depor va en serio y meter presión a Córdoba y Real Madrid Castilla, que juegan mañana. Los blancos visitan al colista, el Ceuta, que poco tiene que ver con el que comenzó la temporada -solo hay que recordar lo mal que lo pasó el Depor allí-, y los cordobeses reciben en su campo al Linense.
La derrota, mejor ni planteársela. Sería echar por la borda lo recortado en las últimas fechas y volver a ponerse a siete del Alcorcón, tal vez del Córdoba, quizás a seis del Madrid Castilla y sembrar dudas ahora que todo empieza a ir sobre ruedas.
El Deportivo atraviesa el momento más dulce. Por primera vez ha enlazado tres victorias esta temporada, tiene a Lucas Pérez de nuevo en el equipo, el coruñés debutó con dos goles en su vuelta a casa, ante Unionistas de Salamanca, le cedió un penalti a Alberto Quiles, que sigue ampliando su cuenta particular, y Riazor incluso hizo la ola. Exagerado, quizás, pero consecuencia de la emoción y la ilusión que se sintió en la bombonera blanquiazul.
Los deportivistas encaran la cita sin los laterales titulares. Raúl vuelve a estar en esa enfermería que no le ha permitido tener continuidad en las últimas temporadas y Antoñito también ha tenido que parar. Cano ha probado alternativas esta semana, pero en todas ellas figura Diego Villares en la derecha. Trilli seguirá esperando su turno en el banquillo. La apuesta salió bien ante Unionistas, igual que la de Pablo Martínez como lateral izquierdo. Retu ha aplazado su salida por la baja de Raúl y a la espera de un sustituto, pero salir, saldrá. Mientras tanto, el exmadridista va convocado.
El técnico incluso ensayó con defensa de cinco, con Villares y Narro en los carrileros y sin Isi Gómez en la medular, pero esa opción pierde fuerza de inicio. Donde no hay duda es en ataque. Quiles, Lucas y Mario Soriano, con los pases de Rubén Díez por detrás.
Esas son las armas para asaltar Santo Domingo, con medio millar de blanquiazules en la grada, que podrían haber sido muchos más.
Enfrente, el Alcorcón de Pedro Mosquera y de Víctor García. Pero también el de la mejor versión de Álvaro Bustos, que la temporada pasada ayudó al Racing de Santander a subir a Segunda División a costa del Deportivo. Ahora, los coruñeses han recuperado la ilusión y miran al futuro con optimismo. Que Santo Domingo no apague la llama.