Nuevo capítulo del enfrentamiento entre el Deportivo Liceo y la Real Federación Española de Patinaje (RFEP) con el covid de fondo. Si el club coruñés ya se negó a jugar en Mataró el 12 de diciembre por miedo a un brote en la plantilla del equipo femenino, el domingo decidirá si salta a la pista para medirse al Sant Cugat (11.15 horas, Palacio de los Deportes de Riazor) tras detectar tres positivos a menos de 24 horas del partido.
El Liceo puso en conocimiento de la RFEP la situación sanitaria dentro del equipo femenino para forzar el aplazamiento del partido, pero el organismo federativo se acoge a su protocolo, que solo contempla la suspensión si hay cuatro o más casos en el equipo. Sigan, sigan.
El club verdiblanco emitió un duro comunicado contra el ente federativo: “Lamentamoos que la RFEP continúe sin utilizar el sentido común y priorice lo deportivo por encima de la salud tras estos difíciles dos años de pandemia”.
“No tiene en cuenta el hecho de que el resto de compañeras de equipo son contactos estrechos que pueden resultar un brote mayor. La normativa de la Xunta de Galicia, por añadido, recomienda que estos contactos minimicen su actividad social para evitar nuevos contagios”, continúa la nota.
“De todas maneras, las jugadoras pasarán mañana por la mañana (por hoy, el mismo día del partido) una nueva serie de tests a los que no están obligadas”, agrega.
“El club no entiende este riesgo evitable que pondría en peligro, no solo al Liceo, sino también al Sant Cugat”, finaliza.
En el plano deportivo, el equipo coruñés afronta un importante duelo contra un rival directo en la lucha por las plazas que dan acceso a jugar la próxima edición de la Copa de la Reina.
El Liceo es octavo con 10 puntos, tres más que el Sant Cugat. Ambos llegan en buen momento: las chicas de Stanis García encadenan tres victorias (Las Rozas, Vilanova y Voltregá), sin contar la incomparecencia en Mataró, y las de Berto Borregán golearon la semana pasada a Las Rozas