El Leyma Basquet Coruña puso pie y medio en los playoffs con un triunfo –el cuarto consecutivo– en la pista de un HLA Alicante al que deja casi sin opciones. Un éxito con luces y una sombra... que a punto estuvo
de costar un disgusto.

La primera mitad del cuarto inaugural tuvo el color blanco local y una causa principal: la caraja naranja a la hora de proteger su rebote. Los de Gonzalo García de Vitoria se plantaron en el ecuador abusando de los de Sergio García: 8-1 en capturas, 4 de ellas ‘a domicilio’. El 13-5 hizo que el técnico del Leyma parase el partido.

Resurrección

La entrada en pista de Diagne y Hamilton despertó a la bestia. Se cerró el concesionario de rebotes y se abrieron las alas en ataque. El inglés, a años luz de su mejor nivel tras volver de una lesión, resucitó en sus primeros minutos sobre el parquet del Pedro Ferrándiz. Con 7 puntos consecutivos dio la vuelta al tablero (17-19). Javi Vega tomó el testigo, y con dos triples seguidos cerró el primer acto con 7 arriba (20-27).

El arranque del segundo resultó torpe por parte de ambos. Hasta que apareció de nuevo Hamilton, que con 5 tantos seguidos elevó su cuenta a 13 en poco más de 8 minutos y mantuvo las distancias.

El amago de reacción local (28-33) lo cortó un parcial de 0-6: triple-churro de Soluade sobre la bocina de posesión y 2+1 de Ndow. Fueron los primeros puntos en el partido del juego exterior naranja. Un triple del noruego elevó el superávit 31-47, pero el último minuto fue del Alicante, que paró la hemorragia con un 6-0.

Lejos de acusar el golpe, el Leyma recuperó el tono tras el paso por vestuarios. Abrió la segunda mitad con 0-5 y, aunque a continuación perdió dos balones seguidos, su defensa hizo crecer el parcial hasta 2-14 y la ventaja hasta 22 tantos (39-61). Todo marchaba sobre ruedas.

Pero llegó la sombra. Primero pareció una anécdota, porque el Alicante no veía el aro, que Pecius errase cuatro libres consecutivos. Sin embargo, fue a partir de ahí cuando los locales tomaron oxígeno. Cerraron el periodo con un parcial de 8-0 (en seis minutos) y el cuarto 14 abajo (47-61).

Sergio García no paró el partido en todo el tercer acto. Tampoco cuando el parcial llegó al 11-0 con un 2+1 de Menzies que abrió el último. Lo hizo, muy tarde, cuando sus chicos habían intercalado solo 2 puntos (Ward) en 17 de los de García de Vitoria (56-63).

El tiempo muerto no sirvió de mucho. Arcos, que junto con Pilepic lideró el intento de milagro, añadio dos tantos más a la empresa (58-63). Ndow frenó la inercia anotando bajo el aro tras saque de fondo. García devolvió a la pista a Soluade. Y regresó la luz.

El londinense firmó 5 puntos seguidos para devolver al marcador los dos dígitos de renta (60-71) con 4 minutos justos por delante. Sin embargo, Ward protestó vehementemente una falta sobre Pilepic, quien convirtió el asunto en 4 tantos para la esperanza.
Diagne, tras una poderosa penetración de Soluade, enfrió los ánimos locales. Y dos tapones –de Diagne a Van Zegeren y de Ndow a Arcos–, una pérdida de Pilepic –pisó la línea de banda– y una canasta del base inglés pusieron la puntilla al encuentro ya con solo 72 segundos en el reloj.

A un triunfo

La victoria coloca al Leyma con 17, tres más que el ahora décimo clasificado, el Real Valladolid, al que supera en el averaje particular, igual que al Alicante y a un Gipuzkoa que acumula los mismos triunfos que el cuadro levantino y el pucelano, aunque con un encuentro menos disputado.

Con cuatro jornadas por delante, a la marea naranja le basta con ganar un partido más para sellar el pasaporte para los cruces. Podría ser el próximo viernes en Riazor, contra el antepenúltimo, el Iraurgi. De conseguirlo ya, las miras se desviarían hacia el otro objetivo: acabar entre los cinco primeros.