El Leyma Basquet Coruña, que no jugaba desde el 28 de diciembre, firmó un negro regreso: derrota ante el Almansa, en un partido donde solo dio la talla en el segundo periodo.
Arrancó la tarde como muchos partidos NBA de temporada regular: laxitud defensiva y la consecuente exhuberancia ofensiva. Un intercambio de canastas que arrojó una máxima de ventaja de dos puntos y ocho empates en los ocho primeros minutos (20-20).
El técnico visitante, Rubén Perelló, ordenó entonces una zona. Y el Leyma, negado desde el arco (0 de 8 en este primer periodo), colapsó. Encajó un parcial de 2-9 hasta el primer parón (22-29).
No mejoró el panorama en el segundo acto, que arrancó con un 2-7 para dar una máxima renta de 12 tantos al cuadro albaceteño. Ahí empezó a defender el Leyma, aunque el ataque no acompañó: solo una canasta y tres libres (de 6 intentos) en cinco minutos.
Las ganas de Hamilton y el primer triple, de Sanz, al decimosegundo intento y después de 18 minutos, resucitaron a los naranjas, que de repente también se acordaron de meter balones en el poste bajo a Ward. El de Ohio y una canasta postrera de Monaghan pusieron las tablas (43-43) al término de la primera mitad.
Sin embargo, el descanso frenó la inercia de los de Sergio García, que empezaron el tercer cuarto fallando otro libre (Ward) y enredándose de nuevo en una defensa zonal del Almansa. Una telaraña que provocó tres balones perdidos consecutivos que los visitantes transformaron en un parcial de 2-13 que dio a los de Perelló una nueva renta máxima (51-65), con tres minutos y medio por jugar de este corte.
Un 5-0, tras tiempo muerto de Sergio García, reanimó ligeramente a los locales, que encararon el último acto con 10 tantos de déficit (58-68).
Cinco puntos de Nesbitt abrieron un abismo de 15 puntos (58-73). El Leyma tardó 3 minutos en acabar con su sequía anotadora. Con un 2+1 de Hamilton. Un espejismo. El Almansa, que el miércoles arrolló al Cáceres –que ganó en Granada– en su primer partido después de 29 días parado, continuó jugando a placer, liderado por un Polanco sin cadena que en el segundo cuarto había estado desaparecido.
Cinco jugadores del Leyma supieron por la mañana que iban a poder jugar por la tarde tras superar la Covid-19. Un eximente en una derrota que deja al ilusionante proyecto naranja con un preocupante balance de 7-7, derivado de una racha de 1-5. Las cuatro primeras derrotas llegaron antes de la irrupción del virus. Se oyeron algunos pitos.