El partido entre el Deportivo y el Extremadura está más en el aire que nunca. En las próximas horas se conocerá, de manera definitiva, si los jugadores y cuerpo técnico del equipo de Almendralejo mantienen la huelga para la cita del domingo a las 12 horas en el Abanca-Riazor, que es muy probable, o la levantan para disputarlo.
Ayer, la plantilla y los técnicos conocieron, según indicó Radiogolex, que la opción que buscaba el empresario Javier González para obtener un crédito en tiempo récord para solventar los impagos no iba a llegar a tiempo para este viernes.
Los empleados del Extremadura habían dado al club ese margen para encontrar una solución a la situación complicada que tienen y por ese motivo accedieron a levantar la huelga el pasado domingo ante el DUX Internacional de Madrid. Si el Extremadura cumplía en tiempo y forma esta semana y encontraba un crédito para afrontar los impagos a sus jugadores, técnicos y demás trabajadores, el equipo jugaría en Riazor el domingo. Al no haberlo conseguido, en el vestuario votarán nuevamente (ya lo hicieron antes del partido con el DUX) para determinar si se desplazan a A Coruña para afrontar el partido en el municipal herculino, correspondiente a la duodécima jornada de Primera Federación.
El Extremadura arrastra problemas desde la temporada pasada. De hecho, su participación en la categoría de bronce estuvo en riesgo. Se valió de un fallo judicial para mantener su plaza y salir a competir. Los jugadores y empleados llevan meses sin cobrar y, a pesar de eso, han dado la cara en los terrenos de juego, aunque estén en posiciones de descenso. Han sumado doce puntos en once partidos y ocupan la decimosexta plaza.
En el caso de no competir en Riazor, se le dará el partido por perdido (3-0). Si faltan a otro encuentro, serán apartados de la competición.
Los perfiles del club en las redes sociales de Instagram y Twitter desaparecieron ayer, pero se mantenían otros como los de Facebook, YouTube y la web.
Si finalmente hubiera partido en Riazor, el coruñés Manuel Mosquera, entrenador del Extremadura, tendría que verlo desde la grada, ya que ha sido sancionado con un partido por haberse encarado con uno de sus jugadores en el choque del pasado fin de semana con el DUX Internacional de Madrid.
Al técnico le ha caído, además, una sanción de 645 euros por parte del Comité de Competición. “El hecho de sujetarle por la camiseta y zarandearle excede, con mucho, el ejercicio de autoridad” de un entrenador hacia el futbolista, considera Competición, quien tiene en cuenta, además, la “agravante de que fuera en público”.