Desde la humildad y el trabajo, Fede Valverde sigue creciendo cada día. Ante el Alavés fue el más destacado del equipo, un jugador completo que robó balones, los distribuyó, se asoció con los compañeros, repartió asistencias que no acabaron en gol de milagro y también se animó a sacar el látigo que lleva en la pierna derecha y que intimidó a los vitorianos.
Físicamente parece imposible que el centrocampista tenga un disparo tan potente como el que mostró en su debut con Uruguay y en los partidos y en los entrenamientos con el Deportivo. Ayer se salió en el que programó Mel en Abegondo. Acertó numerosas veces en sus disparos a portería. Buen síntoma antes de visitar al Espanyol.
TITULAR. Lo normal es que siga en el once
Aunque le han otorgado la titularidad en una posición que no es la que más le conviene, él se aferra al once con su rendimiento en el verde. Ante el Betis fue protagonista sin quererlo por un mal pase en una situación comprometida que permitió al conjunto andaluz iniciar el contragolpe que supuso el 2-1. Pero el uruguayo no bajó los brazos y mantuvo intacta la moral. No tardó en recomponerse y frente al Alavés dejó claro que está preparado para jugar en la élite del fútbol nacional. No en vano, cuando debutó con el Deportivo en partido oficial ya había hecho lo propio con la selección absoluta de su país.
ALTERNATIVAS
Hasta ahora, en tres partidos con el Deportivo, dos como suplente y uno como titular, pisó diferentes parcelas del campo. Estuvo en la derecha, también en el medio, aunque no demasiado tiempo, y formó parte del once desde la banda izquierda.
Con Pedro Mosquera de baja por una lesión muscular, Mel ha dado continuidad en el doble pivote a dos jugadores más veteranos, Guilherme y Borges, y ha apostado por la frescura de Valverde en una posición más adelantada.
A pesar de la presumible vuelta de Bakkali a las convocatorias, lo normal es que Mel mantenga al internacional uruguayo en la alineación.