El Mirandés, que visitará el próximo domingo el estadio coruñés Abanca-Riazor a partir de las 21.00 horas en la octava jornada de Liga en Segunda División, es uno de los pocos equipos a los que nunca ha ganado el RC Deportivo de La Coruña en el fútbol profesional en España.

Los deportivistas se han enfrentado en cuatro encuentros a los burgaleses con un balance de dos empates y dos derrotas, con unos guarismos de solo un gol a favor y cinco en contra en este póker de encuentros.

El Rayo Majadahonda (la temporada pasada), el Caudal, el Alzira y la AD Almería son otros de los equipos a los que no han podido imponerse los coruñeses.

Con el Mirandés, el Deportivo coincide por segunda vez en la misma categoría, en la que se enfrentaron por primera ocasión en la temporada 2013-14 con un empate cosechado en Riazor (0-0) y una derrota sufrida en el vetusto campo de Anduva (1-0).

Dos cursos después, en la campaña 2015-16, los blanquiazules, entonces en Primera División, se vieron las caras con los de Miranda de Ebro, de Segunda, en octavos de final de la Copa del Rey.

El conjunto herculino consiguió en Anduva el único tanto que, hasta ahora, ha sido capaz de marcarle al Mirandés (1-1), y en el partido de vuelta, los burgaleses golearon a los gallegos (0-3) para levantar la eliminatoria.

El próximo domingo 29 se reencontrarán en Riazor empatados a puntos en la clasificación de LaLiga SmartBank después de siete jornadas disputadas, luchando por alejarse de la zona roja de la tabla. 

Duelo de urgencias
Igualados a seis puntos sobre 21 posibles, tanto Depor como Mirandés precisan urgentemente reaccionar.

Sus objetivos son completamente distintos en el presente curso —el Deportivo debe pugnar por regresar a Primera, mientras que los burgaleses aspiran a la permanencia—, por lo que el cuadro coruñés tendrá que tomar la iniciativa desde el primer instante en la cita dominical.

Después de seis jornadas consecutivas sin conocer la victoria, con tres empates y otras tantas derrotas, al entrenador deportivista Juan Antonio Anquela no le queda otro remedio que sumar de tres en tres para salvar su puesto. La mejoría experimentada en Cádiz debe ser el camino.

De este modo, el RC Deportivo se halla obligado a invertir la tendencia histórica ante un modesto como el Mirandés, que sin embargo todavía desconoce el significado de la derrota en sus duelos particulares con los herculinos.