En el mediático Tacón juegan las suecas Kosovare Asllani y Sofia Jakobsson, dos de las 20 nominadas al Balón de Oro, también las brasileñas Thaisa Moreno y Daiane Santos, entre otras. Se nota la inyección económica del Real Madrid, que la próxima temporada completará la absorción llevando por fin su nombre y escudo al fútbol femenino.
Una de las supervivientes de la plantilla original que logró el ascenso la pasada campaña, la coruñesa Patricia Carballo Penas (16 de febrero de 1996) vive en primera persona la explosión del club madrileño. Y el domingo visita Abegondo para medirse al Deportivo Abanca y reencontrarse con su pasado.
Patri empezó a dar patadas a un balón en A Coruña, concretamente en el Orillamar cuando el fútbol femenino todavía no era una posibilidad. No le importó y se convirtió en una de las figuras en un equipo de chicos: “Sus dos años de infantiles los jugó en Liga Gallega. En su primer partido, contra La Salle en Santiago, ya marcó gol. Lo que más destacaba era su elegancia en la conducción”, recuerda Alberto Maceiras, uno de sus entrenadores.
Entre el fútbol y el atletismo
Del Orilla saltó al Orzán de la mano de Manu Sánchez, con 15 años recién cumplidos debutó en Primera Nacional y se ganó la llamada de las selecciones españolas sub-16 y sub-17: “Era y es una futbolista muy potente, que va muy bien a los espacios y tiene un gran disparo”, le define el actual técnico del Depor, que intentó ficharla las tres últimas temporadas para el proyecto blanquiazul en Segunda.
Patri rechazó la propuesta porque su vida está en Madrid desde que se mudó por motivos familiares. Allí dejó el fútbol por el atletismo. Sí, porque además de futbolista era la velocista más rápida de su generación. Campeona de España cadete y juvenil en los 200 metros lisos, en 2014 se proclamó subcampeona absoluta, pero un año después las lesiones acabaron con su prometedora carrera.
“El atletismo perdió a una de las mejores gallegas de siempre, era sencillamente espectacular”, recuerda José Carlos Tuñas, su preparador en el Coruña Comarca, que le recomendó cambiar la pista por el césped. La coruñesa hizo el camino de vuelta con la ayuda de Sánchez, que le encontró sitio en el filial del Atlético. Allí militó dos temporadas antes de fichar por el Tacón con un paréntesis en el fútbol estadounidense universitario. El domingo regresa donde empezó todo.
Graduada en Fisioterapia, cursa un máster en Osteopatía
“Creo que nunca la he visto enfadada”, se sorprende Tuñas cuando habla de nuestra protagonista. “Para mí es como una hija, es una fuera de serie, cariñosa y muy responsable”, añade. Y es que Patri Carballo cala hondo entre los que le conocen desde hace años. “Como persona es un diez, ya desde niña demostraba todos los valores que poseía. Y tenía una sonrisa en cada entrenamiento”, recuerda Sánchez.
Nadie mejor para hablar de la coruñesa que la periodista Rocío Candal, excompañera en el vestuario del Orzán y una de sus mejores amigas: “En las distancias cortas es extrovertida y graciosa. Es imposible no reírse constantemente con ella. Lo da todo por su entorno, es pura bondad, nobleza y fidelidad”, le define.
Graduada en Fisioterapia, actualmente cursa un máster en Osteopatía y acude a clases de inglés. “Sigue formándose continuamente, nunca sacia ese apetito de crecer y tiene una fortaleza mental increíble. Con 15 años ya se le veía algo diferente, era de otra pasta. Posee una capacidad tremenda y atípica para sobreponerse a situaciones adversas. Y eso, sumado a su talento, hace que destaque en todas las actividades que realiza”, zanja Rocío.
