Urbanismo y deporte para una ciudad activa
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Urbanismo y deporte para una ciudad activa


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L as personas que habitamos en las ciudades tenemos una vida excesivamente sedentaria porque ni hemos sido concienciados de la importancia y necesidad de moverse, ni hemos interiorizado desde la escuela el hábito de realizar actividad física y deportiva. Por encima, nuestra vida discurre en municipios cuya planificación urbanística no ha tenido en cuenta la reserva de suelo para equipamiento deportivo cubierto y al aire libre, para generar plazas o espacios para el encuentro y el esparcimiento, para infraestructura verde (jardines, parques, etc.) y otros elementos que debe contener cada unidad territorial de referencia, ya sea el barrio y/o el distrito. Un diseño urbanístico que tenga presente el criterio de proximidad y accesibilidad favorece una movilidad con menos dependencia del vehículo privado y el uso de otras alternativas para el desplazamiento como el carril-bici, además de un transporte público de calidad.


Una primera reflexión acerca de la política urbanística es que constituye uno de los factores determinantes en la construcción de una ciudad activa, por ello el municipio es la piedra angular en el ejercicio de su competencia en materia de planeamiento, gestión y ejecución del urbanismo en su ámbito territorial. Una política urbanística que requiere una gestión transversal en conexión con las competencias de medioambiente y sostenibilidad, transporte, deporte, sanidad, educación, etc.


La segunda reflexión en el camino de crear una ciudad activa es la importancia capital de que desde el municipio se respalde al tejido deportivo de su ámbito territorial para lograr su consolidación. Pero, será inviable esta misión si los clubes y demás entidades deportivas no reciben el apoyo por parte de las entidades locales a partir de una plan de actuación del tercer sector del deporte.


Igual que en los municipios existe un servicio de urbanismo, que además del personal administrativo cuenta también con personal técnico (arquitectos, aparejadores, etc.), debe haber un servicio municipal de deportes cualificado y con los recursos necesarios para la implementación de una política deportiva moderna que desarrolle la misión de consolidar unas entidades deportivas maduras, capaces e independientes. En la medida que exista una sociedad civil del deporte organizada, las entidades locales podrán descargarse de tareas de gestión y ejecución que serán cedidas a las entidades deportivas, pudiendo el municipio dedicarse principalmente a sus verdaderas funciones estratégicas de planificación, ordenación y dinamización, en definitiva, a liderar el ‘hecho deportivo’.


Representantes de más de 40 países se han reunido en Oporto (Portugal) del 8 al 10 de octubre para celebrar la 18ª Conferencia de ministros responsables del Deporte del Consejo de Europa, dedicando alguna sesión de la segunda jornada a la colaboración de los gobiernos con las entidades deportivas. Deseamos y esperamos que se haya tomado buena nota y quién representó a España haya regresado con la lección aprendida al respecto. Si los municipios no promueven y facilitan la vertebración deportiva de la sociedad civil, puede producirse a medio plazo un verdadero paraje desierto de entidades y asociaciones deportivas que son indispensables para el desarrollo del deporte en sus distintas manifestaciones. Dicho de otra forma, una política deportiva municipal no sirve para nada, si se realiza de espaldas a sus clubes y si no se plantea su fortalecimiento y consolidación como estrategia básica.


En todo caso y después de lo antedicho, no se podrá hablar de una ciudad activa hasta que la asignatura de Educación Física reciba el tratamiento adecuado en el marco del sistema educativo (carga horaria, espacios y material, profesorado, etc.), ya que los hábitos de práctica física y deportiva se aprenden desde las edades más tempranas y resulta el medio más efectivo de forjar una ciudadanía activa. Pero esto ya no corresponde a los ayuntamientos, sino que es una competencia de la Comunidad Autónoma y del Gobierno de España y parece que no hemos aprendido lo suficiente después del coronavirus, pues más allá de campañas se continúa ninguneando a la gran pandemia del sobrepeso y obesidad que ya teníamos antes de la COVID-19 y que sigue generando enfermedades y fallecimientos de manera continua y exponencial.


Un estudio realizado en 2024 sobre el escenario actual del ecosistema deportivo de ámbito municipal en Galicia, por el Clúster de la Industria del Deporte de Galicia en colaboración con la Asociación Galega de Xestión Deportiva, los resultados muestran las carencias y debilidades siguientes:


• Más del 80% de los municipios no cuentan con un Plan Estratégico en materia deportiva, aunque consideran importante tenerlo, sobre todo en municipios de mediano tamaño.


• De la misma forma, la mayoría de los municipios participantes no disponen de Plan director de Instalaciones Deportivas.


• Más del 40% de los municipios valoran que su red de instalaciones y equipamientos deportivos es insuficiente o escasa.


• Un tercio de los municipios señalan que sus instalaciones y equipamientos deportivos no están en un estado adecuado, y por lo tanto sería necesario implementar acciones para su mejora, conservación y/o renovación.

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