El Dépor disputará mañana el partido de la octava jornada del torneo liguero de la Segunda División y lo hará a partir de las dos de la tarde en el estadio de Riazor ante el Málaga. El encuentro y lo que lo rodea se presenta con muchos alicientes y uno de ellos estará fuera del rectángulo de juego con los bocadillos que portarán los aficionados presentes para alimentarse mientras el equipo trata de sumar la que sería su segunda victoria como local en la presente temporada.
No es cuestión de empezar a enumerar las diferentes variedades que se degustarán en el coliseo herculino, entre las que habrá los clásicos bocatas de jamón serrano, chorizo o calamares, por citar algunas. Pero lo que nadie quiere es que el piscolabis se le atragante en un duelo ante un adversario que el pasado curso también militó en la categoría de bronce. Para ello lo mejor es conseguir un triunfo holgado que permita festejarse entre amigos y después pensar en el siguiente envite, el domingo 13 a las nueve de la noche en el Martínez Valero ante el Elche. Entonces tocará reservar mesa para la cena.