Me acabo de enterar de la muerte de Pedro Brandariz. Soy una gran admiradora de los cómicos, precisamente porque soy de sonrisa difícil, porque me cuesta que algo me haga gracia y me limito a una pequeña mueca que siempre he entendido como insultante para estos profesionales. Por eso los admiro, porque cuando acuden a galas -como en la que yo conocí a Pedro- siempre juegan en campo contrario, los intuyes como un elemento extraño al evento en sí. Y lo crucial es que ellos lo saben y aun así hacen su trabajo. Todos mis respetos.

Entre esta pésima noticia del adiós repentino de Pedro, algunos videos que he estado viendo de Ana Obregón hablando de la muerte de su hijo con Bertín, y un catarro machacón que sin ser Covid me tiene tocada, se puede calificar mi día de marrón, como decía Luz Casal, “día de bruma en mi corazón”.

Sin embargo soy consciente de que la máquina no se para, no lo hace ante nada. Así que vamos al lío. Contadas veces hablo sobre el Deportivo. Y algunos se preguntarán por qué, siendo éste un periódico deportivo y local. Lo primero porque mi buen amigo y director de esta casa, Andrés Ríos, me concedió la libertad de hablar de lo que quisiera. Y yo la he tomado. Y segundo porque comentar sobre el Depor lo hacen muchas y excelsas plumas, muchos y espléndidos periodistas, entrenadores, exjugadores…. Y a mí, en este momento de mi vida, me apetece aprovechar los espacios que se me conceden para tocar otros palos.

Esto no significa que no sea deportivista hasta la médula y me interese sobremanera el devenir diario de nuestro club. De nuestro club en toda su dimensión, no solo el primer equipo. Para mí el Depor Abanca es la niña de mis ojos y confío en que, con el tiempo y con mejor situación económica, le sección crezca y se consolide dentro de una realidad nacional y mundial que llevará al fútbol femenino a una esfera de la que el Real Club Deportivo de La Coruña debe forma parte.

Por lo que respecta al Depor de Borja, yo estoy tranquila, dentro del semi-sosiego que una competición deportiva puede ofrecer. Hace meses titulé un artículo “Perdónenme, pero este Depor me aburre”. Llegado este momento considero que el equipo está haciendo bien los deberes, dentro de lo que es su propuesta. Perder, e incluso hacerlo de mala forma y seguido, entra dentro de la normalidad de una Liga larga, pero el Depor sigue siendo el mejor de su grupo.

Solo añadiría un matiz, básico, en mi forma de entender esto. La mejor manera de salir de las dudas y las inseguridades es tomando el poder psicológico de la situación, apretando arriba desde el minuto 1 hasta que los dientes chirríen y no dejando pensar al rival. Después, el fútbol determinará, pero la primera batalla estará ganada. Salud y suerte!