Es cierto que ya no seguimos con tanto interés y entusiasmo como antes todo lo relativo al atletismo. Sí continuamos con la vista puesta en algunas competiciones internacionales de rango así como los campeonatos nacionales, en los que surgen nuevos valores a los que resulta casi imposible seguir su evolución. Pero es innegable que nuestro atletismo ha progresado notablemente los últimos veinticinco años y unos cuantos de nuestros atletas se codean con los mejores en algunas pruebas.
Todo esto lo pensábamos días atrás cuando presenciábamos el desarrollo del campeonato nacional al aire libre. Al lado de los consolidados podíamos observar el afloramiento de otros valores que nos hacen afrontar el futuro con cierto optimismo. Incluso llegamos a disfrutar con la parte final de la longitud femenina, ahora chafada por la propia Federación Española al reconocer un garrafal error organizativo.
El atletismo gallego también ha tenido su propio protagonismo: tres victorias muy destacadas a lo largo de la competición.
La de Adrián Ben, con una aceptable marca de 1-45-01, y las de Ana Peleteiro (16,21 metros, a cuatro centímetros de la mínima para el Mundial) y Belén Toimil (17,89 en peso), que no les valdrán para estar presentes en la principal competición este año.
Tenemos apuntados los segundos puestos de Antía Chamosa (Sociedad Gimnástica de Pontevedra) y Carmen Sánchez Parrondo (Unicaja Jaén), en 10 kilómetros marcha y jabalina, y el tercero de Ester Navarrete, en 5.000, después de haber sido mamá el año pasado.
También anotamos el cuarto puesto de Oriol Medi (SG Pontevedra), con unos interesantes 21-02 en 200 metros, o ese mismo puesto del relevo 4 x 400 metros de ese mismo club, dando la sorpresa. También tenemos registrados tres sextos puestos, de Diana Jiménez, Manuel Anxo Simón y Daniel Chamosa. El resto ya ocuparon posiciones más rezagadas.
Después de estos resultados, ¿cómo está el atletismo gallego? No nos atrevemos a decirlo, pero algo de protagonismo sí tuvo en esta competición. Desde luego, entre 113 equipos (alrededor de 700 atletas) no es fácil destacar.
Eso sí, el propio desarrollo del torneo nos hizo ver que aún quedan marcas vigentes desde hace más de 30 años, como las de 200 y 400 metros de Sandra Myers que todavía a estas alturas permanecen intocables. A menor escala se parecen a esas marcas imbatidas de Jarmila Kratochvilova o Marita Koch, aunque sin la sospecha de doping que siempre acompañó a estas atletas.