Saltó la polémica en el fútbol femenino. La portera del Barça, Cata Coll, puso el grito en el cielo por un gol concedido a su rival por culpa de un grave error arbitral. El asunto es peliagudo, porque la guardameta internacional pidió que en la Liga F piten los mejores, sean hombres o mujeres, y no solo féminas. Igual que solo hay una manera de que salgan entrenadoras, solo hay otra de que las árbitras mejoren: que sigan arbitrando.