Bueno, pues ya se acaba el 2023. Hoy es el día en que todos haremos balance del año y muchos diremos que ojalá el 2024 sea mejor que este año que se acaba. Siempre es la misma rutina. Hoy brindaremos, tomaremos las uvas de rigor, algunos saldrán por ahí y otros, los que ya tenemos una edad, veremos si en la tele ponen algo que merezca la pena. Eso sí, los buenos propósitos para el nuevo año que no nos los quite nadie. No solo nos vamos a apuntar a un gimnasio (otra cosa es que luego vayamos) sino que también nos convencemos de que el Deportivo va a subir en el mes de junio. La fe que no falte. Y, como no podía ser de otra manera, en el aspecto deportivista, todos hemos hecho un balance de este 2023 y, un año más, nos hemos llevado las manos a la cabeza. Y si bien lo del gimnasio está claro que no vamos a cumplirlo, de lo de nuestra fe en el ascenso bien estaría comparar como vamos a empezar el año y como estábamos al inicio de los años anteriores.
Empezamos 2024 yendo de séptimos. Tenemos 26 puntos, estamos a 3 del play off y a 9 del primero, que ahora mismo es el Fortuna, y no hemos echado aún al entrenador. Pues bien, hace justo un año ya habíamos echado a Borja, ya habíamos oído a Cano decir lo de que contra el Castilla jugamos de fábula aunque fuera todo lo contrario y también la frasecita sobre Tarifa. Pero eso sí, íbamos de cuartos y con 6 puntos más que ahora. Le sacábamos dos puntos al Racing de Ferrol que fue campeón y el líder era el Córdoba que acabó la temporada en medio de la tabla. Primera conclusión: todo es susceptible de mejorar pero también de empeorar.
Vayamos a la temporada 2021-2022. Íbamos de primeros primerísimos. Por supuesto ni se hablaba de echar al entrenador, cosa que no pasaba desde hacía mucho tiempo. Teníamos 37 puntos (“una barbaridad de puntos” decía el propio Borja), le sacábamos 4 al segundo y 8 al tercero. Y ya ven, el que iba de segundo pegó un sprint impresionante y subió con varias jornadas de adelanto. Segunda conclusión: aunque el primero te saque muchos puntos, no todo está perdido. Hay que tener la fe que tuvo el Racing de Santander.
Con la temporada 2020-2021 no voy a hacer comparaciones porque aquel año el sistema de competición fue tan enrevesado que no hay forma humana de hacer paralelismo alguno. Con quien sí voy a comparar es con la temporada 2019-2020. Y lo voy a hacer en sentido positivo. Como recordarán, acabamos el año hundidos en la clasificación. Habíamos ganado el último partido al Tenerife en el descuento. A pesar de ello, aquel día cesaron a Luis César tras ganar solo ese partido desde su contratación. La salvación estaba aún a 7 puntos. Lo que pasó después con la reacción tras llegar Fernando Vázquez ya la sabemos. Luego descendimos, sí, pero también sabemos en qué extrañas circunstancias se produjo ese descenso. Lo mismo, otra conclusión: queda mucho y todo es posible.
A día de hoy el Deportivo sigue igual que hace tres años. Borja lidera la tabla de Segunda y Óscar Cano es penúltimo en Primera RFEF. Mario Soriano pelea por el ascenso a Primera y Quiles mira de reojo no caer en descenso con el Albacete. Son sólo algunos ejemplos, pero habrá que ver al final de temporada donde queda cada uno. Seguro que nos llevamos alguna sorpresa.
Y no he hablado de los fichajes de invierno. El año pasado trajeron a Lebedenko, Arturo y Saverio (Lucas vino él solito). De los tres anteriores ninguno está ya. A ver lo que nos traen este año. ¡¡¡FELIZ 2024!!!