Le he dado caña a Borja Jiménez hasta en el carnet de identidad. Creo que no debe seguir ocupando el banquillo del Depor. Apelo a la continuidad pero no desde esa base. Es preciso un hombre, o una mujer (impensable, ¿verdad?...todo llegará) con más peso, más poso y mayor serenidad.
Pero igual de meridiano que tengo el “adiós, buenas tardes” a Borja, proclamo que no es, ni mucho menos, el único responsable, empezando por los jugadores, siguiendo por la Secretaría Técnica, subiendo hasta David Villasuso y tocando la puerta del etéreo Consejo de Administración.
Los jugadores demostraron ser futbolistas de 1ª RFEF. Eso ya lo dice todo. Entiendo la categoría como una mezcla de gente joven, hambrienta y ambiciosa, junto a jugadores ya treintañeros que vienen de vuelta de la batalla y todavía pueden aportar. Los que me producen dudas son los de 25-26 años. Llego a la conclusión de que si están en Tercera División es por algo y ese algo, en el caso del Depor, pasa por ejemplo por pedir el cambio en el minuto 80 del partido de tu vida.
Y me centro en la Secretaría Técnica. ¿Cómo se pasa de scout de fútbol base a secretario técnico de una entidad de la enjundia del Deportivo de La Coruña? Pues en varios pasos. 1) Se marcha Barral. 2) Como cabeza visible se queda un “promocionado” Rosende, que estaba ahí para echar una mano. 3) Villasuso no sabe qué hacer. 4) Carlos Rosende, secretario técnico.
Esto no es malo de por sí. Rosende tiene una capacidad interesante para determinadas tareas. Lo inaudito es no poner por encima a una persona que sí sepa de qué va el cotarro, un Director Deportivo profesional. No se hizo así porque se pretendía recortar costes. Villasuso no entendió que con las cosas de comer no se juega.
Tras Rosende, llegan Giménez y Castiñeira, personas seguramente excepcionales pero de nula experiencia en el cargo. Giménez un poquito más por su labor en el Cornellá, ojo y con respeto, al Cornellá. Esa experiencia es la que le lleva a dar alguna charla a los jugadores. Mientras, Rosende en segundo plano, agazapado, callado.
Y me refiero a esto porque un Director Deportivo no se encarga solo de fichar, se trata de una figura vital, que sirve de enlace, que sabe lo que pasa entre jugadores, entre entrenador y demás miembros, un apaciguador, un generador de confianza, una persona que los jugadores respetan. En definitiva, todo de lo que careció el Depor tras perder con el Racing de Santander y que supuso, a la postre, el principio del fin. Y mientras Borja, solo y acribillado.
Salud y suerte!