Los días que escribo, unos tres por semana, me gusta poner música en el desayuno e intentar sentarme al ordenador con la mente fresca y en paz. Tener una hija de 20 años obliga a estar más o menos al tanto de los hits actuales pero, reconociendo a Maluma, Quevedo o Dua Lipa, esas mañanas me las reservo para mí y mis clásicos. Hoy le tocó a Queen.
Dejando a un lado lo verdaderamente importante, cuando el Deportivo gana es como que la semana se presenta mejor. Incluso sin dejar lo verdaderamente importante al margen, cuando el Deportivo gana, ciertamente, la semana es mejor.
Y eso es algo que nos pasa a muchos y no es de ahora, más bien desde que fuimos conscientes de que el Deportivo era algo grande a lo queríamos pertenecer. Y así han pasado décadas.
De esas décadas, el tiempo más lastimoso sin duda es el actual. No cabe duda de que los responsables quieren dar con la tecla y dotar al club, en su totalidad, de las armas para conseguir éxitos. Pero en fútbol, como en otros ámbitos de la vida, desgraciadamente la intención no basta. Este negocio es así. Otros van de hacer ricas rosquillas, éste se traduce en ganar partidos.
Y a mí me gustaría que en esa travesía semanal dentro y fuera del campo, los que manejasen los hilos fueran gente de casa. No tengo nada en contra de la gente de fuera, solo faltaría, pero creo que en A Coruña y Galicia hay talento y potencial para hacer un trabajo brillante y sacar adelante a nuestro legendario club.
El partido contra el Nástic nos mostró al Deportivo que todos ansiamos. No entiendo la falta de hambre de la primera mitad. Cierto que el cuadro catalán venía con los deberes muy bien hechos. Menos mal que el descanso lo cambió todo. El choque dejó en mi opinión algunas conclusiones: la pareja de centrales es incontestable, el medio campo debe darle mayor velocidad a la circulación de pelota u optar por menos toque y juego más vertical, Lucas no está fino pero está enchufado en el proyecto y eso es lo importante, Martín Ochoa está haciendo más trabajo que un típico 9 y a veces llega fundido al área y… falta un delantero goleador. Como el comer.
Confío en el trabajo de Fernando Soriano en la búsqueda de ese perfil de futbolista que probablemente ya tenía que estar aquí pero cuya incorporación dotará al equipo de mayor efectividad.
Me gustó el Deportivo, poco a poco se le va reconociendo. Hace falta que mantenga la luz y no caiga en aciagas pájaras. Estoy convencida de que el equipo estará arriba cuando deba estarlo, su propio buen hacer y un grupo de rivales no demasiado fiables y con proyectos medianos, le dará la llave para ello. Y olvidémonos de los árbitros, por favor.
Salud y suerte!