Cuarto intento
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17º-23º

Cuarto intento


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Este fin de semana comienza la cuarta oportunidad para el Deportivo en esa categoría casi innombrable. Ya se está haciendo demasiado larga la estancia en ese “pozo” por lo que todos parecen de acuerdo en no querer prolongar más este paso por la antigua Segunda “B”. Pero también lo estaban los años anteriores y su final lo recuerdan con acritud todos los aficionados. 
Los ímpetus deportivos parecen, en esta ocasión, algo más comedidos. No parece haber esa euforia o ese optimismo desmesurado de anteriores ocasiones, y esa mayor serenidad puede ser algo que favorezca al equipo. Sin embargo, el ritmo de afluencia de socios sigue con fuerza y en el club esperan alcanzar unas estratosféricas cifras de abonados, que estarán en torno a las de las últimas temporadas. Ahora hay una especie de fiebre futbolística juvenil en la ciudad que parece arrastrarlo todo pese a que los resultados todavía no son muy favorables. Pero esa incondicionalidad de los aficionados es algo que debe aprovechar el equipo en su favor.


Han llegado refuerzos, como siempre, y tenemos que reconocer que nuestro seguimiento de la Primera RFEF es lo suficientemente pobre como para ignorar sus condiciones deportivas. Pero para eso están unos empleados del club que peinan (se supone) el mercado nacional para elegir lo mejor para los colores que les pagan, dentro de sus posibilidades.
Solamente cuatro equipo gallegos jugarán en este primer grupo: Deportivo, Celta B, Arenteiro y Lugo. Completan el resto de equipos dos vecinos (Ponferradina y Cultural Leonesa), así como entidades del norte y noreste de España hasta llegar a cuatro catalanes en la zona más alejada: Barcelona B, Tarragona, Sabadell y Cornellá.
Ya se vio la temporada pasada que no se puede hablar de favoritos, pero en todas las apuestas el primero es el equipo coruñés. Después aparecen otros, entre los que figuran, naturalmente, los recién descendidos (Ponferradina y Lugo) así como algunos de los recios enemigos que se van a encontrar todos, como son el Logroñés o el Sestao, por poner dos ejemplos. Y sin olvidar la gran cantidad de filiales, equipos que tradicionalmente corren mucho y juegan aceptablemente y que, por ejemplo, casi nunca se le han dado muy bien al equipo blanquiazul. 


En fin, al principio salen todos ilusionados a la espera de que los deseos que se han planteado cada uno vayan plasmándose jornada a jornada. La competición es larga (38 jornadas) y dentro de diez meses hablaremos de nuevo.

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