El descontento de la hinchada deportivista es cada vez más palpable. Si echamos un vistazo a la clasificación, el Depor está sexto y a dos puntos de entrar en puestos de fase de ascenso. A primera vista, no está mal, aún queda tiempo. Sin embargo, si hacemos unas cuentas rápidas, el porcentaje de victorias que está teniendo el equipo con respecto a los cuatro primeros es inferior.
Por orden en el ránking: Ponferradina (57% de éxito), Celta B Fortuna (63%), Cultural Leonesa (57%), Nàstic de Tarragona (52,63%). Lejos de estar en igualdad de condiciones, Real Sociedad B y Deportivo comparten un 36,8%. Permítanme decir que los puntos sí importan. Importan desde antes del empate en Tarazona. Ya basta de justificar las derrotas, ya basta de ir a por el empate. Es cuestión de mentalidad.
Habría que salir igual de agresivo, igual de claro y determinante contra el primero de la tabla como contra el último, en casa o de visitante. Es necesario tener garra tanto en los partidos como en los entrenamientos. No se puede salir al campo con la premisa de “a ver qué pasa hoy”.
Reconozco que hablo desde fuera, pero si esta es un sensación generalizada significa que realmente hay cosas que deben cambiar. Tenemos una afición de las muchas que dice “ganamos”, pero de las pocas que dice “perdimos” en vez de “perdieron” cuando el resultado no es favorable. Parece que se ha nublado el foco y el objetivo principal. Volver a primera y llegar a ser el club que fuimos en aquel momento.
Evidentemente este será un camino largo de recorrer y por tanto no nos podemos acomodar antes de cruzar la línea de salida. Los dos próximos partidos son contra el líder de la categoría y contra el eterno rival. Riazor empuja y va con todo. No olvidemos todo lo logrado por pequeño que sea. Todo lo que hemos disfrutado. El fútbol es así. Lo importante es no rendirse nunca, levantarse y hacer vibrar a toda una ciudad.
¡Forza Depor!