Pues eso es a lo que me suena el partido que esta tarde-noche van a disputar el CD Arenteiro y nuestro RC Deportivo. Me recuerda a esas pretemporadas no tan lejanas en el tiempo pero que eran en épocas mucho mejores deportivamente. Todas empezaban más o menos igual, con el partido ante el Sp. Vilalbés, después venía el Viveiro y más tarde algún que otro equipo de la comunidad, como el Bergantiños o el rival de hoy, el Arenteiro. Más tarde ya venían rivales más potentes y los del Teresa Herrera, que para eso éramos un equipo de la parte alta de la tabla y teníamos que buscar rivales fuertes para prepararnos bien.
Aquellos partidos de pretemporada ante rivales de Tercera o de Preferente (o incluso de Primera Autonómica, donde ha llegado a militar el propio Arenteiro) seguían un patrón muy común: normalmente faltaban los internacionales si había habido ese año un Mundial o una Eurocopa. Los Bebeto, Mauro, Makaay, Tristán, etc. tenían unos días más de vacaciones y no jugaban esos partidos. Luego estaban los jugadores que eran fijos en esos amistosos. Nos hinchamos a ver a Momo, a Jesús Muñoz, al mismo Ian Mackay, a Jaime, a Iván Pérez, a Rubén Castro y sus goles… a jugadores que luego eran cedidos porque teníamos plantillas de más de 30 futbolistas que había que aligerar. Y también había canteranos, por supuesto. Jugadores del Fabril a los que el Irureta, el Caparrós o el Lotina de turno “querían ver en acción” aunque luego en liga no se les volvía a ver. Y, por supuesto, jugaban también algunos futbolistas titulares y hasta algún fichaje recién llegado, faltaría más. Eran tiempos en los que el Deportivo preparaba la Champions, la Supercopa o simplemente peleaba por seguir entre los mejores en Primera División. Y mientras nosotros perdíamos una liga por un penalti, el Arenteiro se iba de Tercera a Preferente. Y mientras entre 1995 y 2004 nosotros ganamos la liga, dos Copas, tras Supercopas y nos paseábamos por Europa, el Arenteiro sobrevivía en la parte baja de la tabla de Preferente hasta que en 2004 se fue a Primera Autonómica a jugar contra clubes de su provincia. Y entre Preferente y Primera Autonómica y teniendo como rivales al Verín, al Barco o al Celanova se tiraron nada menos que 23 años. Mientras tanto, el Deportivo empezó a bajar su nivel. Ahí empezó la convergencia entre el Deportivo y el Arenteiro.
Así, en 2014, los de Carballiño ascendieron de Primera Autonómica a Preferente. En 2017 de Preferente a Tercera. En 2018 el Deportivo descendió a Segunda y en 2020 a Segunda B, la actual Primera RFEF. En 2021 el Arenteiro ascendió a Segunda RFEF. Y, ya por fin, la temporada pasada ascendieron a Primera RFEF, donde sigue el Deportivo desde hace ya tiempo. En menos de 10 años hemos igualado las cinco categorías que nos separaban en 2014.
Este verano volvimos a jugar un amistoso contra ellos. El resultado nos fue muy bien y ya muchos pensaron que el CD Arenteiro no iba a ser rival a considerar en liga. Lo mismo que pensábamos del Teruel, el Tarazona o el Sestao, y ya sabemos lo bien que nos ha ido contra estos equipos. Nos hemos permitido hasta el lujo de cederles a Pablo Brea para que se fogueara en Primera RFEF y les echara una mano, aunque creo que el muchacho hasta ahora lo único que se foguea es en los entrenamientos. Y la realidad es que, a día de hoy, el Deportivo y el Arenteiro están con los mismos puntos en la tabla.
Hoy a las 19:00 jugamos por primera vez un partido oficial contra el Arenteiro. Esta vez no es un amistoso de pretemporada. Esta vez va en serio. Y no tengo muy claro que seamos los favoritos.
