Tras el éxito, las despedidas. No por habitual deja de ser doloroso, y el Bergantiños está pasando por ese proceso tras lograr hace unas semanas un solvente ascenso a Segunda Federación. En los últimos días el club ha anunciado que separa sus caminos con los jugadores Iago López y Dani Pedrosa; y con el entrenador Secho Martínez.
Todos han sido importantes para lograr el objetivo y son salidas ante las que el club deberá estar acertado con sus sustitutos.
El defensa monfortino Iago López se marcha del club tras 158 partidos en tres etapas, dos ascensos y un título de campeones. Aportó un total de nueve tantos.
Por su parte, el ribadense Dani Pedrosa militó dos temporadas en el conjunto carballés, jugó 58 partidos y logró seis goles, uno de ellos clave contra el Paiosaco en el último suspiro para dar tres puntos que dejaron el ascenso y el título muy cerca.
“El club quiere expresar su reconocimiento y cariño a ambos y les desea lo mejor en su futuro personal y profesional” fue la despedida de la entidad de As Eiroas.
Y si buenas fueron las palabras con Iago López y Dani Pedrosa, el Bergantiños no quiso ser menos a la hora de despedir al entrenador del ascenso, Secho Martínez.
“El club quiere expresar su máxima gratitud y cariño a Secho, no solo por sus logros deportivos que todos celebramos y disfrutamos, sino también por su profesionalidad, dedicación, pasión y relación con todas las persoas que trabajan en el club”, iniciaron.
“Secho Martínez es el segundo entrenador campeón de Tercera en nuestros 101 años de historia y lo consiguió sempre con un exquisito saber estar, con educación, respeto y cariño a pesar de los durísimos momentos atravesados durante el último año en su vida persoal”, destaca el comunicado oficial.
El sonense, cuya trayectoria había estado íntimamente ligada al Deportivo, hizo del Bergantiños un equipo que se manejó bien en resultados cortos y al que era muy difícil hacer gol. Terminó la temporada con 73 puntos -doce más que el Gran Peña, segundo clasificado, 21 victorias, 10 empates y tan solo 3 derrotas. Su equipo logró 49 tantos y tan solo encajó 19.
Tras un inicio algo dubitativo, el equipo inició una racha de invencibilidad que se extendió hasta los 26 partidos sin perder -desde la tercera jornada ante el segundo filial celeste hasta la trigésima contra el Pontevedra B-. Por ese entonces y gracias a esa dinámica, el ascenso estaba ya casi en la mochila.