Oliveira de Azeméis es una localidad de 66.000 habitantes, ubicada en la región Norte de Portugal, más concretamente en el área metropolitana de Porto. Allí se encuentra la sede de Simoldes, multinacional que encabeza la producción de moldes de plástico para automóviles en Europa. Y su presidente, Antonio da Silva Rodrigues, es el socio número uno y mecenas de la UD Oliveirense, primer rival del Liceo en el regreso de la Liga de Campeones (hoy, 22.00 horas).

El crecimiento de la UDO no se entiende sin el músculo económico del empresario, que posee una de las grandes fortunas de su país y ha creado un súper equipo para luchar con los poderosos Benfica, Porto y Sporting.

En la pasada década firmó sus mayores éxitos: ganó tres veces la Taça de Portugal (2011, 2012 y 2019) y una Copa Continental (2018), además de jugar dos finales consecutivas de la Liga Europea (2016 y 2017) y lograr un subcampeonato en la Primera División portuguesa (2019).

No pasa por su mejor momento el equipo que dirige Paulo Pereira esta temporada. En la primera vuelta de la competición doméstica encajó cuatro derrotas y ocupa la sexta plaza, 12 puntos por debajo del líder, el Benfica, aunque ahora encadena tres triunfos. Además, cayó eliminado en 1/16 de final de la Taça contra el modesto AJ Salesiana de la segunda categoría.

Caras conocidas

Los jugosos contratos que ofrece la Oliveirense seducen desde hace años a algunas de las grandes estrellas del hockey como los exliceístas Jordi Bargalló (2016-2021), el argentino Franco Platero (2021-actualidad) o, el último en llegar, Jordi Adroher, que cambió el verde y el blanco por el rojo de la UDO el pasado verano.

El veterano Marc Torra, uno de los históricos verdugos del Liceo, el campeón mundial con Argentina Lucas Martínez o los portugueses Xavier Cardoso y Jorge Silva completan una plantilla de primer nivel.

El duelo de hoy en el pabellón Salvador Machado es solo el primero de los seis que disputará el Liceo en la fase de grupos, pero se antoja clave para sus opciones de alcanzar la Final a Ocho. Con solo dos plazas en juego, y una que parece reservada al Benfica, el equipo coruñés tendrá que lidiar con la Oliveirense y el Calafell en el grupo de la muerte.

Con todo

Juan Copa contará con toda la plantilla a su disposición –solo se ha quedado en casa Fran Tombita–, la expedición viajó ayer a Portugal y esta mañana probará la pista antes del partido. La Champions y la Oliveirense esperan al Liceo, que vuelve a Europa con ganas de reverdecer viejos laureles.