Sábado 11 de marzo. Estadio Universitario de Elviña. CRAT-Cocos. Minuto 84. Tres puntos arriba para las sevillanas, que juegan en inferioridad. Balón para las coruñesas. Melé en la zona de ‘22’ visitante. Alba Lalín introduce el oval, la formación se derrumba y la medio melé abre rápido para Anita. La ‘10’ prolonga hacia Elsa y esta rompe a dos rivales, fija a la tercera y cede el balón para Alborota. El ala andaluza termina la faena. Ensayo y victoria en el último segundo contra el líder. El CRAT vive, la lucha (por los ‘playoffs’) sigue.

Anita, Elsa y Alborota, tres de las protagonistas de la jugada decisiva, reflexionan sobre lo que pasó sobre el césped. “Cuando le pedí el balón a Alba tenía claro que había que desplazarlo lo más rápido posible con un pase tenso y buena dirección”, recuerda la apertura.

“Elsa y Ceci, venían en corto, mientras que Mariana se mantenía en el eje, formando una segunda oleada con Jess y Alborota. En el momento que Elsa recibió el balón tenía muy claro que íbamos a ensayar”, añade Anita.

Autocrítica

Elsa rompe la magia del momento. “La jugada no empezó con un pase de Alba para Ana, empezó con nuestra delantera poniéndose las botas en las melés, ya fueran nuestras o no. Sería una falta de valores y compañerismo describir esa jugada como la única causante de haber ganado el partido”, detalla la segundo centro.

“Personalmente me salió un muy mal partido, así que nada de lo que hiciera podía solucionarlo. Hubo mejores fases de juego de mis compañeras que hicieron que ganásemos el partido”, insiste.

En una línea parecida se expresa Alborota, la encargada de posar el oval en la línea de marca. “Había tenido un par de errores de manos, nos habían metido el ensayo por mi banda y me había venido un poco abajo, pero me levanté gracias a mis compis”, reconoce.

Cámara lenta

El ala andaluza recuerda la jugada “como en una nube” y “a cámara lenta” y, de paso, felicita a Elsa: “Cuando coge el balón, no hay quien la pare. Es una 'miura'. Hizo esa medialuna y pensé que iba a ensayar, pero fue bastante generosa y confió en mí”, añade.

“El pase tardó en llegar como cinco segundos a mis manos. ‘Por favor, que no se me caiga’, pensé. Lo agarré con las yemas de los dedos y, como siempre, el ala es quien se encarga de terminar el trabajo de las compañeras. De repente vi una marabunta de gente encima de mí, yo estaba casi llorando y veía las caras de esperanza”, rememora Alborota, la última protagonista en la historia del ensayo, candidata a la mejor película de la temporada.