El Liceo volvió a Riazor tras dos semanas sin jugar delante de su público y lo hizo con un plácido triunfo ante el fatigado Igualada. Los goles de Fran Tombita, Àlex Rodríguez, Bruno Di Benedetto y Pol Manrubia, este en dos ocasiones, firmaron la victoria del equipo coruñés, que aumenta su ventaja en la segunda posición de la OK Liga sobre el Calafell, tercero ahora cinco puntos por debajo tras su derrota en el Palau Blaugrana contra el Barça (5-1).

El equipo catalán saltó al parqué del Palacio de los Deportes sólo unas horas después de caer eliminado en los cuartos de final de la WSE Cup –antigua Copa de la CERS– en Portugal contra el Braga y tras una prórroga. Si los tres partidos en una semana del Liceo –la victoria contra el Igualada legó tras el triunfo en Calafell y el empate en Lisboa– ya se antojan demasiado, dos en 24 horas son un tute innecesario.

En tromba

Sabedor del cansancio acumulado en la plantilla visitante, el equipo coruñés salió en tromba y avisó con varias llegadas: una cuchara de Dava Torres que despejó Guillem Torrents, un remate fuera de César Carballeira y el posterior rechace de Bruno que repelió el portero o un tiro cruzado de Àlex al poste.

El 1-0 no llegó hasta la entrada en la pista de la segunda unidad. Y el protagonista volvió a ser Tombita, el argentino de 18 años que el pasado jueves se destapó en el Pabellón Da Luz con dos tantos para empatar ante el poderoso Benfica.

El interior verdiblanco aprovechó su envergadura y oportunismo para remachar a la red un servicio de su compatriota Fabri Ciocale, un gol con sello de la Argentina más occidental, de San Juan a Mendoza.

La sentencia

El 1-0 despertó el hambre del Liceo, que antes del descanso dejó el encuentro visto para sentencia con dos tantos más: el segundo fue de Àlex al culminar una contra con asistencia de Pol y el tercero fue del propio Manrubia en otra transición rápida que lanzó César y el ‘7’ celebró con rabia.

Por si la ventaja no fuera suficiente, Bruno anotó el cuarto nada más regresar de los vestuarios al desviar un tiro lejano de César. Ni el cansancio ni el 4-0 aplacaron a un Igualada, que se resistió y redujo distancias en el tramo final por mediación de Nil Cervera.

El '2' visitante fue también el protagonista con una tarjeta azul que provocó un conato de tangana entre los banquillos y acabó en la falta directa que Manrubia transformó con maestría para redondear la ‘manita’.