El Leyma Basquet Coruña sumó su segunda derrota consecutiva, la primera del curso en Riazor (83-86), en un duelo ante el Fuenlabrada de ciertas similitudes con el del pasado miércoles en Burgos.

Durán inauguró el marcador con una canasta de dos, contestada del mismo modo por Huskic. Fue el primero de los cinco empates. El último llegaría a 48 segundos para el final del encuentro (80-80).

Esa segunda igualada llegó con un libre convertido por Diagne. A continuación Aranitovic tranformó dos y, con 15 segundo por jugar, Jakovics se jugó un triple, tal vez precipitado, que el aro escupió, frustrando una remontada de de 8 minutos y 19 puntos, ya que el Fuenla llegó a mandar por 55-74 ya en el último cuarto.
Bilbao, con otros dos aciertos desde el 4.60, certificó el Domingo Negro del (poli)deporte coruñés, que empezó con derrotas del Liceo y el Maristas.

Los tiros libres fueron los mayores protagonistas, por relevancia y cantidad (31 lanzó el Leyma y 41 el Fuenlabrada, una barbaridad), de un encuentro trabado, perruno, de poco tritmo y mucho contacto, de esos que Diego Epifanio y los suyos no acaban de descifrar. Y necesitan hacerlo lo antes posible, porque esta liga lo demanda.

Además de la frustrada remontada en el último cuarto, el duelo de ayer en Riazor tuvo otra similitud con el del Coliseum burgalés, la falta de puntería de los naranjas desde el arco, sobre todo en la primera mitad (2 de 19).

Paradójicamente, los triples acabarían siendo la vía principal de acceso a la remontada, junto con una zona 2-3 que atascó a los visitantes. Fueron cuatro seguidos, la parte principal del parcial de 15-2 que desembocó en el 80 iguales, aunque el balance final, 9 de 32, sigue sin ser bueno.

El plan de Ten

El partido se movió por el plan del técnico visitante, Toni Ten: controlar el tempo, algo que hizo a la perfección Bellas, y no dejar correr al Leyma. Tan bien le salió que los de Epi no anotaron un solo punto al contraataque en los 40 minutos.

Con Durán (13 de sus 19 puntos en el primer periodo) y McGrew como principales brazos ejecutores, el equipo del sur de Madrid dominó  de inicio (20-25).

Un parcial de salida de 8-0 en el segundo corte dio al Leyma su primera ventaja (28-25). Unos segundos depués McDonnell sufrió una espeluznante caída al saltar por un rebote ofensivo. Y no volvió a jugar. Tampoco lo hizo, en todo el partido, Lundqvist, aunque, al igual que en Burgos, estuvo vestido de corto.

Los locales obtuvieron en este cuarto su única renta de más de una canasta (37-33), pero en los minutos previos al descanso encajó un 1-9. Y tras el paso por vestuarios, un 0-11 le dio al Fuenlabrada un margen de dos dígitos (40-53).

La cosa empezaba a pintar mal. Y pintó peor con otro directo al hígado: 0-8 en el cuarto acto, tras la canasta inicial de Burjanadze, para dispar al equipo de Toni Ten (55-74).

A falta de 5 minutos fue eliminado fue eliminado Durán, y acto seguido cayeron los cuatro triples seguidos del Leyma, que devolvieron el calor a unas gradas congeladas por el ambiente y el marcador. Pero no siempre se puede ganar en un par de minutos lo que se ha dejado escapar en 38.