Nadie había ganado esta temporada en Illunbe, la plaza de toros de San Sebastián que se transforma en una pista de baloncesto con el nombre de Angulas Aguinaga Arena para los partidos de Gipuzkoa. Nadie había ganado hasta que pasó por allí el Leyma Coruña. Con una notable defensa en el último cuarto para forzar la prórroga y una sobresaliente actuación de Goran Huskic, el equipo coruñés asaltó la plaza donostiarra y rompió una racha de dos derrotas seguidas.

El pívot serbio, con 19 puntos, siete en el tiempo extra, además de seis rebotes, cuatro asistencias y dos tapones, lideró el ataque naranja, secundado por Olle Lundqvist, que aportó 14 tantos y ocho rebotes en su reaparición, e Ingus Jakovics, con 18 desde el banquillo, ocho en el último cuarto, además de seis pases de canasta.

Y eso que Gipuzkoa mandó desde que se puso por delante en el marcador, con un triple a un minuto del final del primer cuarto (20-17), hasta el tiro libre de Beqa Burjanadze que forzó la prórroga a 18 segundos de la bocina. 

Entró mejor al partido el Leyma, lanzado por el efecto Lundqvist, de vuelta en el quinteto inicial tras dos partidos fuera por lesión. El sueco, omnipresente, y Huskic, que dio un clínic en el poste, se repartieron seis puntos cada uno para establecer la primera ventaja seria (7-15).

Bombardeo

Reaccionaron los locales con un triple de Xabi Oroz y, curiosamente, entraron en erupción desde el arco cuando se sentó Alex Barcello, máximo anotador de la LEB Oro, con una herida de sangre. Sin su estrella, el equipo de Mikel Odriozola le dio la vuelta al marcador con otros tres triples (5 de 7 en el primer cuarto) y un 12-3 para marcharse seis arriba tras diez minutos (23-17).

El acierto de Gipuzkoa desde la línea de 6,75 metros marcó también el segundo cuarto. Los balcánicos Branislav Vujadinovic, en la dirección, y Josip Vrankic, en la ejecución, lideraron otro parcial (15-9) que estableció la máxima diferencia en el partido (38-29) y forzó el segundo tiempo muerto de Diego Epifanio.

La reacción naranja llegó de la mano de Sebastian Aris, que inició un 0-6 con otras dos canastas de Beqa y Goran, para cortar la sangría. Otros cuatro puntos del base danés, mantuvieron al Leyma a una distancia razonable en el marcador tras los veinte primeros minutos (44-39).

Amenaza y ajuste

El tercer cuarto empezó como el primero, con un Lundqvist lanzado y un Huskic imparable en el poste, pero Gipuzkoa volvió a endosar dos parciales (7-0 y 6-0) para recuperar su máxima renta (56-47). Respondieron otra vez Huskic y Lundqvist, que encabezaron un 2-8 para sostener al Leyma justo cuando volvió Barcello al partido (60-55).

La última canasta del penúltimo cuarto fue sólo un aviso de lo que estaba por venir, una auténtica exhibición del estadounidense, manejador y anotador brutal. Con 11 puntos en el último periodo, amenazó con romper el encuentro (74-68). Lo paró Epi, que ajustó en defensa, le dio el mando a Jakovics y alineó a tres grandes: Sean McDonnell, Burjanadze y Huskic.

El giro de tuerca atrás perturbó a Gipuzkoa, que se quedó sin anotar en los cuatro últimos ataques, y abrió una ventana para el Leyma, que pudo ganar sin prórroga, pero Beqa falló uno de los dos tiros libres decisivos. El tiempo extra fue de color naranja y la victoria, octava del curso voló hacia Coruña. Las angulas se comen calientes, pero la venganza se sirve en plato frío.