Riazor despidió el año con un gigante jarro de agua fría para el Deportivo, que fue completamente superado por un Mirandés que exhibió todas las virtudes que lo han llevado a ser la revelación de la temporada. El equipo de Alessio Lisci no solo defendió como un muro infranqueable, sino que sacó a relucir su mejor versión en ataque, liderado por Reina y un inspirado Izeta, autor de un hat-trick. El Dépor, que el pasado jueves había mostrado su mejor cara, dejó la sensación de que la goleada al Castellón fue un espejismo en una temporada de continuo sufrimiento en casa.
fotos : Quintana