Sorprende ver Riazor con tantos jóvenes aficionados, que no han vivido precisamente las mieles del éxito del Deportivo, sino que solo han sufrido sinsabores. “Tú viste al Depor ganar cosas, yo no, yo descensos (risas)”, le dice Óliver Cambón Lourido, un joven seguidor blanquiazul a su padre, Ángel.
Óliver, que comparte con su hermana Inés (fan de Soriano) la pasión por el Depor y que en junio cumplirá 18 años, alcanzó un sueño, el pasado partido ante el Fuenlabrada, que implicaba a su ídolo, Álex Bergantiños. “Desde que empecé a ver el Depor siempre hablaban todos de él, es el capitán y el que más años lleva aquí”, asegura para explicar su predilección por el eterno capitán.
Un jugador, al que esperó al finalizar el encuentro contra los madrileños, con el objetivo de que estampase su rúbrica en su nueva elástica deportivista. “Fue en el partido ante el Fuenlabrada, tenía la camiseta de ese día justo y quería que me la firmara. Fueron pasando (los jugadores) y yo dije ‘no me voy de aquí sin la firma de Álex’”, rememora. Una familiar subió un tuit con la imagen de Óliver con Bergantiños y la bonita estampa se hizo viral.
Pero el joven hincha no solo consiguió la firma, también tuvo la oportunidad de hablar con el futbolista, que no está teniendo muchos minutos en esta campaña, a lo que Bergantiños respondió, en palabras de Óliver: “Yo aquí lo que quiero es que ascendamos”. El carácter afable y siempre cercano del capitán del Deportivo es algo que quiso poner en valor el padre de Óliver e Inés, Ángel. “Es muy amable, en ese momento había muchísima gente, era un sábado, yo no sé la cantidad de niños que había, pero era abismal. Álex coincidió donde estábamos nosotros y muy amablemente se dirigió a Óliver y le dijo unas palabras”, argumenta y aclara que es algo común en todo el plantel.
“Cuando vamos a firmar se paran todos con los niños, los abrazan... Una de las fuerzas que tiene el Depor es cómo los jugadores se comportan con los niños, con la afición, la verdad es que muy bien. Y una de las fuerzas del Depor es justamente su afición”, dice. “Creo que este año les va a tocar vivir el ascenso (en referencia a sus hijos)”, reconoce Ángel, que subraya que en su familia “el sentimiento es blanquiazul en todas las categorías”.
A punto de viajar a córdoba Pendientes de si pueden ir a Pasarón
Ángel admite que estuvieron a punto de viajar este fin de semana a Córdoba, pero los precios de hospedaje estaban disparados, al encontrarse la ciudad en fiestas. Reconoce que no descartan ir a Pontevedra aunque “depende de lo que se juegue. Sí que iríamos de buena gana, pero depende de lo que se cueza: si ellos se juegan el descenso y nosotros el ascenso...” Y deja un deseo: “Ojalá pudiésemos ir a cualquier campo con los niños sin ningún problema. Es algo que echo de menos”.
Óliver acude a Riazor con su silla, pero él puede, con ayuda, bajar escaleras, algo que otros no pueden y que les dificulta seguir el partido: “Personas que no pueden hacerlo y ven el partido desde esas zonas que tienen les es muy complicado, porque el suelo les tapa algo de visión”.
