El director general del CD Badajoz, David Torices ‘Dupi’, dijo ayer que la entidad está “al límite de la quiebra”, sin recursos y en riesgo de no poder asumir los próximos compromisos que tienen, una situación que “se va a agudizar mucho más los próximos días”.
Acompañado del abogado Pepe Reynolds y del secretario técnico Guzmán Casaseca, Dupi señaló que las dificultades por las que pasa el club cada día son “muchísimo más graves” porque “los recursos propios ya se han acabado” y no es cuestión de un patrocinador más o menos, que eso sería “parchear”.
También afirmó que el proyecto que se había confeccionado estaba abocado a la situación actual porque era “imposible” cubrir el presupuesto de la temporada al no disponer de la fuente de dinero principal, que era la del propietario Joaquín Parra.
“Hoy, el CD Badajoz, como producto, no puede estar más devaluado, por desgracia”, añadió Torices, quien trasladó que el compromiso de Parra es que “no va a dejar caer al club” y que mañana ambos mantendrán una reunión porque necesitan una solución ya.
El abogado del club fue más preciso al explicar la situación que atraviesa la entidad blanquinegra con una “deuda muy grande” y un desfase presupuestario “inasumible”, por lo que captar un patrocinador es “agonizar una muerte anunciada”.
Según Reynolds, solo hay dos opciones viables, la venta del paquete accionarial, que han tenido dos ofertas en firme que no se han llevado a cabo, o la ampliación de capital que tampoco ha fructificado.
“La venta del paquete accionarial mayoritario, a las alturas a las que estamos, es la única solución posible”, recalcó, a la vez que dejó claro que él no va a presentar la solicitud de concurso de acreedores porque “sería la muerte del Club Deportivo Badajoz”, les llevaría a la liquidación por las deudas y la “nula capacidad de generar ingresos”.