El Deportivo se llevó la 77ª edición del Trofeo Teresa Herrera ante el Metalist (4-2), consiguiendo conquistar su trofeo número 24, gracias a un triplete marcado por Alberto Quiles y a una diana de Víctor Narro, que revolucionó el choque.

El cuadro blanquiazul salía con su tradicional 4-2-3-1, ejerciendo Mackay en la portería con Retuerta, Jaime, Lapeña y Antoñito en la zaga, con Isi y Bergantiños en la medular y por delante Soriano como enganche, alas para Díez y Quiles y arriba Gorka Santamaría. Precisamente el ex del Albacete no llegaba por poco a un centro de Antoñito en el cinco de la contienda. Una iniciativa inicial de los coruñeses muy pronto diluida ante las ganas de un Metalist con ganas de agradar a la pequeña representación ucraniana presente en Riazor. Había también un viejo conocido para el club, Pidlepenets, ex del Fabril, que el filial fichó en 2019 y al que ‘cortó’. Precisamente el atacante quiso dejar su impronta en el feudo herculino. Tras recibir un centro de Viacheslav batía de cabeza a Mackay, libre de marca, al no llegar Retu (min.12). De nuevo los centros laterales, los mismos que el año pasado, hacían daño al Deportivo, que trataba de reponerse del tempranero golpe. Lo intentaba con una triangulación entre Isi, Díez y Soriano, que remataba el de Alcala de Henares, aunque sin fortuna.

Notaba el Depor cuando se encontraban estos tres jugadores, pero sin tiempo a buscar el empate llegaba la segunda estocada del Metalist. Tras una posible falta no pitada sobre Isi Gómez, conducía con velocidad una contra el cuadro visitante, que cogía muy descolocado al conjunto herculino. Ehor se conseguía ir por velocidad y enviaba un centro, casi calcado al primer gol, que volvía a rematar a placer Pidlepenets (min.20).

Aparece Mackay

El Depor parecía noquedado ya en la lona, pecando de antiguos vicios y mostrándose indolente en el campo. Aún tendría tiempo la parroquia herculina de un nuevo susto antes de llegar a la media hora de partido. Mackay se erigía como salvador, sacando una prodigiosa mano a un remate a bocajarro de Pidlepenets, dispuesto a hacerle un traje a su exequipo.

Trataba el Depor de jugar con soltura y quitarse el agarrotamiento, con combinaciones entre Gorka. Quiles y Rubén Díez, pero la portería parecía empequeñecerse. Movía ficha Borja, que dejaba en la caseta de forma prematura a Retu y buscaba la profundidad por la banda con la entrada de Narro. En el primer balón que tocaba el Depor sacaba un córner. El cuadro herculino ganaba en velocidad.

Los blanquiazules eran capaces de hilvanar jugadas y llevar el timing del partido, después de muchos minutos de indefinición. La movilidad por ambas bandas de Narro daba alternativas a los locales, que encontraban el premio a más insistencia que ocasiones por medio de Quiles. En una combinación iniciada por Diez, este dejaba para Soriano, qe servía para que el onubense batiese a Rynka (min.40).

El Depor se desmelenaba, al encontrar más a Díez, que probaba los reflejos del arquero ucraniano, y a Soriano. A punto de cumplirse el tiempo reglamentario el cuadro coruñés igualaba el marcador. Tras un centro de Antoñito, Quiles la controlaba con la izquierda y batía al meta visitante con la derecha (min.45). Nuevo partido en el Abanca Riazor.

Salía al Depor dispuesto a no tener que jugarse el Trofeo en los penaltis y Narro, que se iba a de dos por dentro centraba para Soriano, que dejaba para que Quiles disparase desde el palo corto, obligando a Rybka a emplearse a fondo (min.50).

La insistencia del Depor tenía premio y de un disparo desde la frontal Rubén Díez impactaba en la mano de Kaplienko y el colegiado dictaminaba penalti. Marcaba Quiles, que certificaba su ‘hat-trick’, confirmándose como el ‘pichichi’ blanquiazul.

Quitando telarañas

El Depor, más reconocible en este segundo acto, era comandado por la batuta de Díez, Soriano y Narro. Precisamente, el atacante, que con su entrada había cambiado la cara del equipo blanquiazul, lanzaba un obús desde la frontal imposible para la estirada de Rybka (min.63). Los coruñeses ratificaban su remontada ante el conjunto ucraniano.

Pero no estaban saciados y Rubén Díez buscaba las cosquillas al arquero visitante con una ‘palomita’, que cogía bien colocado al meta (min.70). También lo intentaba Bergantiños, pero su disparo de iba desviado.

Borja daba minutos a los canteranos Yeremay, Trilli, que volvía tras meses en blanco después de superar su lesión de tobillo y Jairo, que a punto lograba el quinto. El Deportivo transitaba sin problemas en el tramo final y se alzaba con el Teresa Herrera más solidario.