El del pasado sábado contra el Famalicao en el Teresa Herrera no dejaba de ser el segundo amistoso del Deportivo Abanca en la pretemporada, pero no era un partido cualquiera. Primero por el escenario y segundo por lo que había en juego, un trofeo que debía quedarse en A Coruña. Por eso fue importante remontar el 0-2 con el que el conjunto portugués llegó al tiempo de descanso. El choque sirvió para que la escuadra de Irene Ferreras mostrase dos caras bien diferenciadas: una en el primer acto y otra en el segundo.
La apuesta de inicio de la técnica madrileña fue un 1-4-4-2 claro con Yohana como guardameta, con una línea de cuatro defensas formada por Inés Altamira y Raquel García (las insustituibles el pasado curso) como pareja de centrales y por Cris y Paula Novo en los laterales. En el doble pivote actuaron Paula Gutiérrez, una de las mejores de la pasada temporada, y Henar, fichaje procedente del Racing Féminas. Por fuera actuaron Ainhoa Marín (derecha) y Charle (izquierda) y las dos figuras más adelantadas fueron Eva Dios y Millene.
El Deportivo, que trató de mostrarse dominador a través de la posesión de balón –el Famalicao no ponía demasiado impedimento–, no se encontró sobre el tapete de Riazor y llegó al descanso con un 0-2 en contra a pesar de que tuvo alguna llegada, sobre todo una combinación entre Millene y Eva que no llegó a buen puerto.
Mejoría
Con el lastre de un marcador desfavorable, Irene Ferreras buscó alternativas en el intermedio; tanto a nivel táctico –hubo cambio de sistema– como en cuanto a futbolistas. La entrenadora madrileña que llegó este verano al club herculino propuso un 1-3-4-1-2. Lucía, ante la lesión de Yohana, fue la cancerbera en el segundo intervalo. Por delante de ella, la míster blanquiazul optó por una línea de tres futbolistas que fueron, de derecha a izquierda, Lorena Reina, Raquel e Inés. En la siguiente altura a las tres defensas, una línea de cuatro compuesta por Cris en la derecha, Paula Gutiérrez y Henar por dentro y Ainhoa en la izquierda. En la mediapunta formó Eva Dios y las dos piezas más avanzadas fueron Millene y Charle.
No tardó en empatar la mediocentro Paula con un gol de cabeza (2-1) pero, independientemente del gol, las sensaciones del Depor fueron mucho más positivas. Al Famalicao le costaba ajustar tanto en la presión como en el posicionamiento en repliegue y las locales se sentían cada vez más cómodas. Inés, en un saque de esquina, firmó el empate. Pudo completarse la remontada antes del pitido final pero, finalmente, el choque se resolvió en los penaltis.
