12 de mayo de 2024, 20:56
Por fin. Los suspiros de alivio, los gritos de rabia contenida, los llantos de alegría y los abrazos espontáneos con desconocidos invadieron Riazor inmediatamente después del pitido final de un partido que ya será siempre inolvidable para la afición blanquiazul.
foto: Javier Albores y Quintana