En la ciudad más extensa del mundo (20,5 millones de habitantes) un corazón deportivista late y con fuerza, anhelando el regreso de su equipo a la élite del fútbol español.
El coruñés Alfredo Ferreiro, de 41 años, renueva año tras año su carné de socio (es abonado desde la temporada 90-91) desde Ciudad de México.
Al tiempo que pone de manifiesto la morriña que siente al no poder vivir de cerca el día a día del club herculino, revela también que su apego por el Depor no se ha visto mermado a pesar de la pérdida de categorías que ha experimentado en el pasado reciente.
¿Desde cuándo eres socio del RC Deportivo de La Coruña?
Desde niño, cuando tenía ocho años ya iba a ver al Liceo y al Deportivo. Desde la temporada 90-91 ya he sido socio del Depor hasta ahora.
¿Cómo te llevó la vida a vivir a México?
Acabo de cumplir nueve años en Ciudad de México y me siento muy a gusto; me marché para trabajar en el mundo de la banca. La verdad es que se echa mucho de menos A Coruña pero aquí estamos bien. Conocí a mi pareja y me encuentro muy adaptado.
¿Cómo se vive el club blanquiazul desde tan lejos?
Echo mucho de menos poder vivir el día a día más cerca, ir a los partidos y tomar algo antes. Lo bueno es que aquí tengo un grupito de amigos que son del Deportivo y también charlamos mucho, cuando podemos vemos los partidos juntos y además estoy en varios chats de whatsapp con aficionados coruñeses.
¿Cómo sigues los partidos del equipo?
En Segunda B es más complicado; gracias a TVG hemos podido ver los de Riazor esta temporada, pero con los de fuera de casa es muy difícil. En Segunda división era más sencillo, puesto que aquí la cadena Sky emite cada vez más partidos de esta categoría.
Incluso creo que has fundado un equipo con el nombre de ‘Deportivo Patrimonial’…
Sí, hace años teníamos la típica liga interna de empresa en el BBVA y mis compañeros eran bastante futboleros también, por lo que se me ocurrió que nuestro equipo fuese el ‘Deportivo Patrimonial’, lógicamente Deportivo en honor al Depor y Patrimonial por la sección del trabajo.
¿Notas cierto cariño por el Depor entre los aficionados mexicanos por el paso de hombres como Andrés Guardado u Omar Bravo?
Sinceramente cariño no percibo demasiado ahora mismo, incluso hay gente que te recuerda que nos llevamos a Colotto sin pagar al Atlas en tiempos de Lendoiro; aquí se originó bastante malestar por este tema. Aquí a la gente les sorprende que seamos tan aficionados de un club de Segunda B. Les resulta extraño, no lo entienden, piensan que todo el mundo es de los grandes, Madrid, Barcelona… Cuando les dices que a veces te levantas a las 5.00 de la mañana para ver un partido de Segunda B se ríen bastante.
¿Qué es lo más simpático que te han comentado acerca del Deportivo en todos estos años que llevas en México?
Me han dado muchos ánimos para volver a Primera lo antes posible, la gente tiene en mente aquel Deportivo que luchaba con los grandes por títulos y que jugaba en la Liga de Campeones. Algunos que tienen más confianza conmigo me vacilan con el Celta y hay que aguantar (risas).
¿Formas parte de alguna peña del equipo herculino?
Nunca pertenecí a ninguna. Quisimos hacer una en Ciudad de México pero la verdad es que acarreaba demasiados trámites. Debemos retomarlo.
¿Por qué está tan mal el Deportivo?
Hay varios motivos, pero creo que ha sido fundamental la marcha de Lendoiro, se creó una división en el deportivismo entre ‘lendoiristas’ y ‘tinistas’.
A pesar de la pandemia y de la Segunda B el equipo ha cerrado el curso con 22.411 socios… ¿Qué te sugiere?
Evidentemente es el mejor activo del club que tenemos; poseemos más socios que 32 de los equipos que integran la Primera y la Segunda. Abanca deben pensar en eso. Si mañana sale la campaña de abonos, mañana mismo renuevo.
